El menor de Irún transexual entendió qué le ocurría viendo un documental

Leo con su madre
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 23 febrero 2016 18:09

Osakidetza trata a un niño transexual de 11 años con terapia hormonal para paralizar su desarrollo femenino

   IRÚN (GIPUZKOA), 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Leo, un niño transexual de 11 años de Irún (Gipuzkoa) que se ha convertido en el primer menor de Euskadi que está siendo tratado con estrógenos para bloquear su pubertad y paralizar su desarrollo femenino, comprendió qué le ocurría al ver un documental en la televisión que abordaba la transexualidad y se identificó con su protagonista, según ha confirmado a Europa Press su madre, Mónica Zamora.

   La Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis asegura que se trata de un tratamiento reversible que se emplea de manera habitual en otro tipo de circunstancias de menores, como el que se utiliza con las niñas para evitar una llegada precoz de la regla que evita su crecimiento, y que por primera vez se está suministrando en la Comunidad Autónoma Vasca a un menor en situación de transexualidad.

   De momento, Leo acude una vez al mes al Centro de Salud de su localidad, derivado desde la Unidad de Género del Hospital de Cruces, y más adelante lo hará trimestralmente.

   Si así lo desea, más adelante podrá plantearse el uso de hormonación cruzada, es decir, un tratamiento hormonal para desarrollar los caracteres secundarios masculinos, de manera que su desarrollo corporal se corresponda con el de sus iguales.

   Leo ha reconocido sentirse "muy feliz" con su nueva situación, ya que siempre se ha sentido chico, y ha confesado que acabó diciéndoselo a su madre "porque no quería desarrollar". Ha declarado que eligió su nombre "por un anuncio de Disney", aunque estuvo a punto de llamarme Mateo, "pero mi hermana no me dejó, porque iba a llamar así a su hijo".

   Su madre, Mónica, ha recordado que Leo nunca se ha identificado con el género femenino. Un día, cuando tenía 6 años, le preguntó por qué se llamaba Ane cuando ambos iban en el coche. "Fue un nombre que nos gustó a tu padre y a mí cuando naciste y así te lo pusimos. ¿Cómo te gustaría que te hubiésemos llamado?", le respondió su madre, que ya sabía por dónde iba su hijo.

   Leo le contestó que "Nico o Eric". Entonces ella le respondió: "Cariño, esos son nombres de niño, ¿te gustaría ser un niño?". Y Leo apenas tardó en replicar ¡Pues claro, ama, pues claro".

   A los nueve años, la visión de un programa de televisión que abordaba esta temática confirmó al menor lo que él sentía. A los diez, al joven le empezó a brotar "el botón mamario", con el consiguiente "colapso" emocional que experimentó.

   "Lloraba por todo, no quería cenar, no quería desayunar, no quería ir al cole, cuando iba le dolía la tripa. Empezamos con médicos, análisis, pero físicamente no tenía nada. La pediatra le notaba ansiedad, por lo que le dijo que fuera a un psicólogo. Y Leo le dijo que sí", ha subrayado la madre.

   Esa misma semana, una charla de Chrysallis en San Sebastián les despejó las dudas. "Era como si estuvieran hablando de mi hijo, y yo decía ¡si esta mujer no conoce a mi hijo como puede estar describiendo tan bien qué es lo que le está pasando!. Para mi fue como ver la luz", ha puntualizado.

   Según recuerda, al volver a casa, le puso de nuevo el documental y en el momento en el que salió un niño, de nombre Patrick, su hijo se giró y le dijo: "Ama, esto es lo que me pasa a mí. Soy un niño trans".

   Tras pensárselo un día, Leo le dijo que a su madre que ya estaba preparado. A partir de ahí, a su hijo se le ha pasado la angustia y es "otra persona". "Leo, --ha añadido su madre--, quiere tener un aparato genital masculino cuando sea mayor", aunque su madre prefiere que su hijo no se someta a esta operación.

   "Él, en todo momento, quiere ser lo más parecido a un hombre, a un hombre como su padre, a un hombre con genitales masculinos. El sabe que tiene esa diferencia con respecto a los demás, y la verdad que creo que desea ser como los demás", ha concluido.