SAN SEBASTIÁN 15 May. (EUROPA PRESS) -
EuskoTren ha realizado este pasado sábado varios viajes de prueba entre San Sebastián y Hendaia con la primera unidad ferroviaria de la nueva Serie 900 para efectuar una prueba de gálibo en el marco de la fase de evaluación de los nuevos trenes que iniciarán sus servicios comerciales en junio en la línea Lasarte Oria-Hendaia.
Según han informado desde EuskoTren, la unidad había pasado por una fase de pruebas iniciales efectuadas tanto en fábrica como en el Taller Central de Mantenimiento de Material Móvil Ferroviario de EuskoTren en Durango, lugar donde se encuentra desde principios del mes de marzo.
"Una vez superadas y aprobadas las pruebas, EuskoTren dará paso a la fase de simulación comercial en blanco (sin viajeros) que permitirá realizar una conducción real de los agentes de tren, en el marco del período de formación relativo al nuevo material móvil", han señalado.
Superado el plan de pruebas, y finalizada la simulación comercial, tres de las nuevas unidades irán entrando de manera inmediata en el servicio comercial, a lo largo del mes de junio.
El primer lote de las nuevas unidades irá destinado al servicio de la línea Lasarte Oria-Hendaia, tramo de explotación de mayor demanda de EuskoTren y base del futuro Metro de la comarca de San Sebastián.
"La nueva Serie ferroviaria 900 incorpora las innovaciones más avanzadas del sector ferroviario en tecnología, fiabilidad, sostenibilidad y ergonomía, con un diseño exterior e interior basado en las más modernas tendencias", ha explicado EuskoTren.
La compañía ha resaltado que "el Gobierno vasco emprende así una renovación de su material móvil ferroviario que va a permitir mejorar los niveles de calidad y seguridad de los servicios de transporte ferroviario prestados en la red propia del País Vasco".
Las nuevas unidades han permitido implantar elementos tecnológicos modernos dirigidos a mejorar la seguridad, la fiabilidad y gestión del sistema y la información proporcionada a los clientes sobre el servicio.
Uno de los sistemas de seguridad integrados en los nuevos modelos es el denominado anticlimber, un sistema que absorbe las deformaciones, lo que impide que en caso de accidente se monten los vehículos unos encima de otros. El diseño de estructura también está pensado para aumentar la absorción de energía.
Cada unidad consta de cuatro coches, y puede transportar a 214 viajeros sentados a una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora. Además, el interior de cada coche ha sido diseñado sin obstáculos para facilitar la movilidad.