Tienen "muy buenas sensaciones" tras la reunión porque creen que han demostrado que quieren trabajar
VITORIA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El trabajador de la planta de Celsa Atlantic en Vitoria, antigua Laminaciones Arregui, Eduardo Iñiguez, ha asegurado haber salido con "muy buenas sensaciones" de la reunión mantenida este miércoles en Barcelona con el director de la empresa, Francesc Rubiralta, ya que cree que el objetivo de la plantilla "se ha cumplido", puesto que han demostrado a la Dirección que "son luchadores y quieren trabajar".
La semana pasada, Celsa Atlántic anunció el cierre de sus dos fábricas alavesas, en las que trabajan 358 personas. Durante los últimos días, Iñiguez ha realizado una marcha a pie reivindicativa desde la planta de la capital alavesa hasta la sede de la empresa, ubicada en Barcelona, donde se ha reunido con el director. Además, en la madrugada de este miércoles, varios autobuses con trabajadores de la compañía han salido de Vitoria para acompañar y dar apoyo a Iñiguez.
En declaraciones a Europa Press, Iñiguez ha señalado que la reunión con Rubiralta ha comenzado sobre las 11.30 horas y se ha prolongado durante unas cuatro horas. En ella, ha estado acompañado por una representación de la plantilla.
Según ha reiterado el trabajador, las "sensaciones" que le quedan tras la cita "son muy buenas". "Las conclusiones son positivas porque hemos cumplido nuestro objetivo: que el director viera que somos luchadores y queremos trabajar", ha apuntado.
Por su parte, Rubiralta les ha transmitido "cómo están las cosas a nivel de mercado" y les ha asegurado que "no quiere parar la empresa, pero se ve obligado".
En cuanto a las consecuencias que esta reunión pueda tener sobre el futuro de la antigua Laminaciones Arregui, Iñiguez ha preferido esperar a reunirse con el resto de la plantilla para "digerir" lo tratado en el encuentro.
Por otro lado, este viernes tendrá lugar un concierto solidario a favor de los trabajadores de Laminaciones en el que actuarán los grupos Betagarri y Soziedad Alkoholika. Se celebrará en la sala Jimmy Jazz de Vitoria y todo el dinero recaudado con las entradas, así como los beneficios de la barra, se destinarán a la bolsa de resistencia de los empleados.