Pide "una profunda reflexión" en Euskadi e insta a sus gobernantes a que no se "despreocupen"
BILBAO, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Unión Romaní, ONG dedicada a la defensa y desarrollo social y cultural de la comunidad gitana en el Estado español, cree "preocupante" que los jóvenes vascos incluyan a los gitanos en el "saco" de los colectivos "malditos". Por ello, ha pedido "una profunda reflexión" en Euskadi y ha instado a sus gobernantes a que no se "despreocupen pensando que es un problema menor".
De esta forma, esta ONG se ha referido a los datos recogidos en el estudio del Observatorio Vasco de la Juventud que apuntan a que el 62% de los jóvenes vascos rechaza tener como vecinos a neonazis, un 43% a drogadictos y un 41% a gitanos.
El presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez-Heredia, ha recordado que el mismo informe señala, asimismo, que la mayoría de la juventud de Euskadi acepta convivir con homosexuales, inmigrantes, policías, militares, extremistas de izquierda o expresos, y ha mostrado su "respeto y valoración" por "esa aceptación que va en la dirección de la convivencia democrática en un territorio donde la violencia y la muerte han estado presentes durante demasiado tiempo".
"Que los jóvenes vascos acepten convivir con policías y militares es una señal inequívoca de que muchas cosas están cambiando en aquella parte del territorio tan querida por nosotros", ha apuntado.
No obstante, ha considerado que "esta medalla tiene dos caras" porque, por una parte "aceptan" y, por el otro, "rechazan", en el caso de los gitanos. De esta forma, ha asegurado que les duele estar entre los colectivos "malditos", como los nazis y los drogadictos. "Casi la mitad de los jóvenes vascos residentes en Bizkaia (45%) no nos quieren como vecinos. En Gipuzkoa y en Álava la cifra se modera al 38% y al 36% respectivamente", ha apuntado.
REFLEXIÓN EN EUSKADI
Por ello, cree que esto muestra "un panorama abiertamente preocupante" y ha advertido que "desconocer o ignorar intencionadamente esta la realidad no conduce a nada bueno". De esta forma, ha apelado a "propiciar que se inicie en el País Vasco una profunda reflexión sobre las causas que han hecho posible que esta separación siga existiendo".
"Deberíamos hacer un esfuerzo para iniciar juntos un camino que nos condujera a la aceptación mutua desde la diversidad enriquecedora de nuestras respectivas culturas. Y eso se hace desde la firmeza en la defensa de nuestras convicciones democráticas y desde la sinceridad con que hemos de aceptar nuestra parte de 'culpa', por llamarlo de alguna forma, en la insostenible situación en que nos encontramos", ha añadido.
A su juicio, "son tres los estamentos que deberían realizar este esfuerzo: los gitanos, las autoridades y los medios de comunicación. En este sentido, ha precisado que "ni todos los gitanos somos unos santos, ni todos los gadchés (payos) son unos racistas".
Además, cree que los gobernantes vascos "deben ser conscientes de la responsabilidad que les atañe" y no despreocuparse "pensando que el problema gitano es un problema menor". "Cuando el 41% de los jóvenes de Euskadi dicen que no quieren ver a un gitano ni en pintura, algo deben hacer las autoridades y, lo primero, debería ser convocar a los gitanos vascos para que fueran ellos mismos los que tomaran las riendas de su propio cambio", ha señalado.
"No nos gusta estar metidos en el mismo saco en el que están los nazis y los drogadictos, pero también decimos que no debemos esperar a que nadie nos saque de ahí. Debemos ser nosotros, los gitanos del siglo XXI quienes tomemos las riendas de nuestro destino y administremos con prudencia e inteligencia nuestra propia libertad", ha concluido.