CÁCERES 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Juan Bonilla Domínguez, decano de los de su especialidad en España, falleció el pasado domingo, día 8, en su localidad natal, Torre de Don Miguel (Cáceres), a los 104 años de edad.
Bonilla, nacido el 20 de junio de 1905, comenzó sus estudios en Plasencia, pasando posteriormente a Madrid, donde terminó el Bachiller y los estudios de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la promoción de 1932.
Su obra cumbre, la presa del embalse de 'Gabriel y Galán', construida sobre el río Alagón en la década de los 50, en el término municipal de Guijo de Granadilla, dio lugar a la expropiación de los términos de Granadilla (Cáceres) y Martinebrón, en la provincia de Salamanca, además de terrenos de los municipios de Guijo de Granadilla, Mohedas y La Pesga. Bonilla dirigió no solo los trabajos de construcción del embalse, sino el Poblado de Gabriel y Galán y las expropiaciones.
Su primer trabajo como funcionario del Estado, adscrito a la Confederación del Tajo, fue el estudio del río Almonte sobre posibles aprovechamientos y desarrollo del entorno. Después fue nombrado encargado del Servicio de Explotación de la acequia del Jarama entre los años 1943 y 1945.
El río Alagón y la presa de 'Gabriel y Galán' marcarían posteriormente su vida profesional hasta su jubilación. En 1954 fue apartado del servicio y destinado a la Confederación Hidrográfica del Duero, con sede en Valladolid, encargándose del río Águeda (Ciudad Rodrigo).
Trasladado a Madrid, a la sede de la Confederación, en 1955, volvió después como director de la obra del embalse gracias a la intervención del Generalísimo Franco, que cesó en su puesto al subsecretario de Agricultura, culpable de su traslado. El suceso figura en el libro "Mis conversaciones privadas con Franco", del teniente general Francisco Franco Salgado-Araujo, según declarara el propio Bonilla en una entrevista concedida con al diario "Hoy" con motivo de su 102 cumpleaños, el 20 de junio de 2007.
El 20 de junio del mismo año, el Hogar Extremeño de Madrid le distinguió con la Orden de Alcántara por su trayectoria, que fue recogida por su hijo.
Su biografía, escrita por Santiago Hernández, figura en 'La Voz del Colegiado', órgano informativo de los Colegios de Ingenieros de Caminos de España, en el número 319, correspondiente a octubre de 2008.