Piden entre 10 y 18 meses de cárcel para el acusado de torturar a dos cachorros en Badajoz

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Juicio Al Presunto Torturador De Perros - EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 19 abril 2012 17:46

ADANA advierte de que es un "asesino canino en serie" que se emplea con "ensañamiento"

BADAJOZ, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal ha pedido a la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz una pena de diez meses de prisión con una "eximente incompleta por enajenación mental" para el acusado de torturar a dos cachorros en la ciudad pacense el 19 de octubre de 2009.

Por su parte, la acusación particular, conformada por la Asociación en Defensa de los Animales (ADANA), la Asociación Justicia Animal y la Junta de Extremadura, solicitan una pena de un año y seis meses de prisión y su inhabilitación para la tenencia de animales.

El Juzgado de lo Penal número dos de Badajoz ha acogido este jueves el juicio, que ha quedado visto para sentencia, por maltrato continuado de animales contra un varón que responde a las iniciales N.B.B., acusado de torturar a los dos mencionados cachorros aparecidos en un contenedor de basuras de la calle Antonio Ayuso de Badajoz. De ellos uno falleció por las heridas causadas y el otro, llamado 'Fito', sobrevivió con "secuelas" físicas y psicológicos.

Según recoge el escrito de acusación presentado por Agustín Mansilla en nombre de ADANA, los dos cachorros, que tenían pocos meses de vida, presentaban "cortes en las extremidades, la lengua y los labios, amputación de la cola y parte de las orejas y aplastamiento de costillas" lo que produjo "hemorragias internas" a uno de los cachorros, que murió poco después.

Explica este escrito, recogido por Europa Press, que en su declaración ante los agentes del Seprona de la Guardia Civil y ante el Juzgado de Instrucción, el acusado reconoció "expresamente" estos "macabros hechos" e incluso que "maltrató a otro cachorro, que había retirado de la perrera provincial de Olivenza, y al que le provocó la muerte de una patada". En este sentido Mansilla ha solicitado en el juicio que se retire la imputación por este tercer can.

"NO" RATIFICA SUS DECLARACIONES

En la vista, N.B.B. ha afirmado, a preguntas del fiscal, que "no" ratifica las declaraciones que efectuó en el momento de su detención en marzo de 2011 como presunto autor de los mencionados hechos ante la Guardia Civil y el juez de instrucción y que tenía "mucho miedo" a la Benemérita.

A este respecto ha agregado que en esa declaración se sintió "presionado" porque estaba "escoltado" y había sido detenido en su puesto de trabajo por los guardia civiles, al tiempo que ha reconocido que en 2009 fue "varias veces" a la perrera municipal para "sacar" canes porque allí se encontraban en "pésimo estado" y para, posteriormente, dárselos "gratis" a personas que se "encontraba" en los parques.

N.B.B. ha señalado, no obstante, que "no" recuerda si entre esos perros se encontraban los dos mencionados cachorros y ha remarcado que "no" ha hecho "ningún corte a ningún animal" y que "no" ha arrojado ambos canes a un contenedor de basuras en la antigua calle Margarita Nelken, actual Antonio Ayuso, de Badajoz.

Interpelado por el letrado de ADANA sobre cómo pudo dar "tanto lujo de detalles" en la declaración ante la Guardia Civil y los juzgados de instrucción, ha respondido que "porque salió publicado en los periódicos" que lee "habitualmente". "Soy inocente, yo no he maltratado ni he matado a ningún animal", ha señalado tanto en la última fase de su declaración como al final del juicio.

TESTIGOS

En el juicio han comparecido como testigos, entre otros, dos agentes del Seprona que han explicado que, cuando detuvieron a N.B.B. el trato con éste fue "exquisito", que "no hubo presión" y que le pidieron que le llevaran a su casa, a lo que accedió "voluntariamente", donde encontraron unas tijeras "quirúrgicas", en relación a las cuales el acusado dijo que "son las que había usado" para infringir los cortes a los canes. No obstante y a preguntas de la defensa han añadido que "no" las analizaron al haber reconocido su uso el acusado y por el hecho de que las podría haber usado su familia.

También ha declarado, por videoconferencia, el forense Mariano Casado Blanco que ha explicado que el acusado padece un trastorno de tipo obsesivo que le hace ser "obsesivo", "reiterativo" y "minucioso en sus actuaciones" y que sea "consciente de lo que hace" y si está bien o mal, pero que cuando lleva a cabo "actos incontrolables no es dueño de su voluntad", de forma que no puede evitar hacerlo.

Además, ha puntualizado que alterna periodos de "altibajos" con otros de normalidad, pero que "no se puede saber" si cuando sucedieron estos hechos en 2009 atravesaba un "agravamiento" de su trastorno, y ha apuntado que ha sido internado en centros psiquiátricos en varias ocasiones.

CONCLUSIONES

En sus conclusiones, el ministerio fiscal ha considerado que en el juicio se han confirmado "datos objetivos", como que, según un trabajador de la perrera, el acusado ha sacado treinta de cachorros de la misma "en menos de un año", y "hechos objetivos que no ofrecen dudas" como los cortes realizados a los cachorros y que N.B.B. infringió "no para causarles la muerte, sino para lesionarlos".

Por todo ello, ha pedido una pena de diez meses de prisión por "un solo delito continuado" de maltrato animal y con el "eximente incompleto de enajenación mental", que reciba un tratamiento psiquiátrico también durante diez meses y la inhabilitación por dos años para la tenencia de animales.

Por su parte, la acusación particular solicita una pena de un año y seis meses de prisión, su inhabilitación para la tenencia de animales y la condena en costas.

"UN PELIGRO EVIDENTE"

Cabe destacar que el letrado de ADANA ha expuesto que "supone un peligro evidente y manifiesto para esta sociedad que el inculpado quede en la calle" porque "lo ha hecho con estos cachorros" que se han "localizado" y "otros" que "no" se han "podido localizar", y se ha mostrado "seguro" de que "lo va a volver a hacer" y de que es "un asesino canino en serie".

Así, ha solicitado que se tenga en cuenta la agravante de "indefensión" de las víctimas y la "crueldad, ensañamiento y hacer sufrir a la víctima gratuitamente" y que "no" se le aplique el atenuante de eximente completo de enajenación mental.

También ha pedido una indemnización superior a 3.000 euros a favor de ADANA por la factura de la clínica veterinaria en la que fueron atendidos los cachorros encontrados en el contenedor y el tratamiento que siguió el que sobrevivió hasta que se recuperó de las heridas, lo cual ha sido secundado por el abogado de la Asociación Justicia Animal.

Finalmente, el letrado de la defensa ha pedido la "absolución" de su defendido y ha subrayado que cuando una trabajadora del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento se encontró los cachorros dijo que había visto una "furgoneta", cuando N.B.B. tiene "un turismo", y a un varón pero ha reconocido en el juicio que el acusado tiene el pelo "más largo".

También ha criticado la "ausencia de pruebas" poniendo como ejemplo que el trabajador de la perrera "no ha podido reconocer tampoco los cachorros", que la Guardia Civil "no encontró indicio ninguno en absoluto de algo relacionado con el maltrato animal en el ordenador" o que la veterinaria que atendió a los cachorros manifestó entonces que se había usado "un bisturí o un cuchillo pero muy afilado" para lesionarlos y este jueves ha dicho que "puede ser" que se utilizaran "unas tijeras".