MÉRIDA 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Zoológica de Extremadura ha considerado "vergonzosa" la decisión de la Junta de modificar la Ley del Suelo y Ordenación del Territorio de la región (Lsotex) con el objetivo de aclarar la intención de dicha norma respecto a la autorización de actuaciones en suelo no urbanizable protegido.
La sociedad ha explicado en nota de prensa que, de esta manera, el proyecto Isla de Valdecañas, que se apoyaba en un plan de interés regional (PIR) que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (Tsjex) ha declarado nulo, pasará a basarse en el plan general de ordenación urbana del El Gordo, una vez este plan se adapte en el plazo de dos meses a la nueva Ley del Suelo reformada.
"Con ello, promotores de la urbanización y compradores tendrán garantía según Quintana de que las obras van a continuar adelante", ha añadido.
Según la Sociedad Zoológica de Extremadura, los políticos "intentan confundir a la opinión pública, asegurando que en los espacios protegidos no se puede construir ni una nave industrial". "Y una vez más vemos como los legisladores se entrometen en las decisiones judiciales, obviando la independencia de estos dos poderes", ha apostillado.
Así, ha indicado que las "mentiras" del PSOE y del PP "ennegrecen el panorama judicial, ya denostado por otros motivos, y pone de manifiesto que estos dos partidos tienen intereses más que creados en este tipo de actuaciones", y "no trabajan en una verdadera Ley de Sostenibilidad donde se permita un desarrollo económico y social", pero "sin poner en peligro" el patrimonio natural protegido.
La Sociedad Zoológica de Extremadura ha considerado que se trata de "una auténtica vergüenza" y ha señalado que "se necesita una cambio, un giro de 360 grados en la política ambiental de esta región que han convertido en un cortijo donde pueden tomar decisiones al margen de la opinión pública y de la ley vigente, haciendo y deshaciendo a su antojo".
Finalmente, ha dicho que la ciudadanía "debe movilizarse y luchar por medidas que apoyen iniciativas sostenibles que generen proyectos sensatos, que proporcionen empleo duradero". "Y no proyectos que nos venden como la panacea del desarrollo o del interés para algunas zonas, y que con el tiempo se convierten en cementerios laborales", ha concluido.