Los tres líderes retoman la discusión sobre la frustrada reforma del Estatuto y Xunta y oposición se reprochan la ruptura del consenso lingüístico
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La crisis económica y las medidas para afrontarla marcaron el último Debate sobre el Estado de la Autonomía de esta legislatura, marco en el cual el presidente y el vicepresidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, líderes respectivamente de PSdeG y BNG, dieron imagen de unidad y arremetieron contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que incidió en la "división" de los socios del bipartito y consideró "descorazonador" su balance de gobierno.
El jefe del Ejecutivo gallego arrancó el debate reclamando al presidente del PPdeG "unir fuerzas" para afrontar la situación de desaceleración económica y anunció medidas extraordinarias de apoyo al empleo y a la actividad económica dotadas con 430 millones de euros y que tienen como objetivo incentivar la contratación de 20.000 trabajadores. Entre otras iniciativas, se subvencionará con 10.000 euros a las empresas por cada contrato indefinido que firmen con un trabajador que lleve más de un año en paro.
Ante la llamada a la unidad de Touriño, el líder de la oposición puso su agenda "a disposición" de las otras fuerzas políticas y consideró necesario que se reúnan "ya" para buscar propuestas conjuntas a la crisis, de la que responsabilizó "en buena medida" al bipartito. No obstante, las invitaciones cruzadas de los dirigentes políticos a dialogar en esta y en otras áreas no llegaron a concretarse en una reunión.
Feijóo reclamó un "plan de austeridad" y, al respecto, avisó de que "no llega" con congelar los sueldos de altos cargos. A mayores, abogó por reducir el número de consellerías y de asesores, los gastos de representación, y los coches oficiales.
"Se acabaron los Audis en la Xunta de Galicia", dijo en relación a la marca de los vehículos de la mayoría del Gobierno gallego. Frente a ello, Anxo Quintana le recordó que fue él "quien los compró" cuando pertenecía al Ejecutivo autonómico y se preguntó, irónicamente, si "ya no le gusta la marca o tiene otro compromiso".
Así, propuso como fórmula para paliar la crisis utilizar "el autogobierno" para gestionar Galicia en todos sus ámbitos ante el "fracaso del ultraliberalismo" y abogó por "construir un espacio propio" frente al eje "acrítico" formado por "Madrid-Bruselas-Washington". Finalmente, Touriño acusó a Feijóo de "pasar de puntillas" sobre la crisis e interpretó que afrontó el debate en clave electoral, para finalmente volver a hacer una apelación al consenso para salir de la crisis.
REFORMA ESTATUTARIA
El jefe del Ejecutivo gallego se mostró muy crítico con el líder de la oposición y le acusó también de haber roto los grandes consensos en Galicia, así como de haber pasado de defender a España como una "nación de naciones" en el año 2003 a negarse a aceptar esta definición para la comunidad cuando se abordó la reforma del Estatuto, en lo que calificó como "travestismo político".
Precisamente, la cuestión de la revisión estatutaria se convirtió inesperadamente en uno de los ejes del debate, después de que el vicepresidente de la Xunta propusiese retomar "ya" las negociaciones para reformarlo y alcanzar un acuerdo antes de las próximas elecciones con el compromiso de los tres grupos para renovar el marco vigente el primer año de la nueva legislatura con legislación en los ámbitos de la financiación, infraestructuras y lengua.
El líder de la oposición respondió a Quintana que no tiene "ningún problema" en abordar la reforma "esta misma noche" si los socios de la Xunta presentan una propuesta conjunta. En todo caso, recriminó a Touriño que prefiriese "mantener su gobierno" a aprobar un nuevo Estatuto con el PP y, en este caso, se mostró convencido de que el BNG se hubiese sumado finalmente para "no quedar otra vez fuera del consenso".
LENGUA
También llamó a "recuperar la unidad" en materia lingüística, el tercero de los tres ámbitos donde los tres líderes se ofrecieron pactos, sin llegar a concretarlo. Xunta y oposición se acusaron mutuamente de romper el consenso en esta cuestión, de modo que Touriño reprendió al PP por usar el idioma como "elemento de división y rédito electoral" y Quintana auguró que los populares se están convirtiendo "en activos partidarios de la eutanasia de la cultura y de la lengua". Mientras, Feijóo lamentó que "donde antes había convivencia, la Xunta esté a punto de generar un conflicto".
Por último, el presidente gallego reiteró su ofrecimiento a trabajar juntos para salir de la crisis y "no para afrontar las elecciones", en referencia a Núñez Feijóo, a quien también mencionó el líder nacionalista, que le acusó de "amoral" por postularse como próximo presidente de la Xunta. Por su parte, el popular cerró su intervención en el tercer y último debate de política general de la legislatura dando por hecho que el PP ganará los comicios autonómicos y diciendo "adiós al bipartito" tras darle las "gracias por nada".
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