La segunda jornada de seguridad ante incendios en Ourense aborda el punto de inflexión que supuso el año 2006 para la actuación ante fuegos
OURENSE, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Xunta de Galicia hace pruebas de cobertura para implantar durante 2015 el sistema digital de comunicaciones Tetra en el servicio de extinción de incendios, tras la caducidad del contrato y prórrogas del sistema analógico, con el fin de que los trabajadores de extinción se incorporen en comunicaciones a la tecnología utilizada por la red gallega de emergencias.
El subdirector xeral de Prevención e Defensa contra incendios, Miguel Ángel Cela, ha sido uno de los ponentes que en Expourense ha abordado cuestiones relacionadas con los fuegos en los montes gallegos, durante la segunda jornada internacional de seguridad ante los incendios, que ha reunido a ponentes de varios países --que es paralela al 8º congreso de ingeniería de seguridad contra incendios que se celebrará en Madrid desde el miércoles--.
De tal forma, Cela ha detallado durante 20 minutos aspectos novedosos del sistema gallego de detección precoz y extinción de incendios, entre el que se encuentra el de las comunicaciones, en un 2015 en el que caduca el sistema analógico utilizado en el servicio público de extinción y deberá adaptarse a un nuevo sistema digital.
"Tenemos ya los transmisores y estamos haciendo pruebas de cobertura pues se trata de un sistema que, entre otros avances, se basa en la geolocalización, y ya está implantado en la red de emergencias de Galicia", ha explicado durante esta jornada.
Entre los sistemas de detección precoz que conviven en la actualidad se encuentran herramientas como la cámara doble --una gira continuamente y la otra se maneja desde un ordenador para enfocar a una zona concreta--, con la modalidad de que la móvil es de tipo infrarrojo. A esto, se unen las cámaras las colocadas en globos aerostáticos "además de la detección vía satélite, ahora en estudio".
Para facilitar aún más la detección precoz de incendios, existen ya dos aplicaciones, una desarrollada por un colegio de Monforte de Lemos y un instituto de O Rosal "que se puede descargar fácilmente y permite detectar y enviar alarma con un teléfono móvil", y otras "en desarrollo" para que con la imagen obtenida por varios teléfonos móviles "se pueda triangular y localizar exactamente un fuego en su inicio".
EXTINCIÓN DE "CIENCIA FICCIÓN"
Entre otras novedades en extinción, se ha referido a alguna que "casi es tema de ciencia ficción", pues se trabaja con una herramienta informática, desarrollada en Estados Unidos, que "ayuda a tomar decisiones sobre los primeros trabajos de extinción en un fuego recién detectado".
En ese sentido, ha indicado que hasta ahora el sistema de gestión instalado en los distritos forestales permitía introducir una alarma de fuego y asignar, automáticamente, una brigada, una motobomba y un agente forestal.
"Llevamos siete años con él y ya está desfasado así que desarrollamos una nueva versión con muchas funciones más y le vamos a pedir que al conocer el punto de inicio de un fuego, por un aviso, obtenga las condiciones climatológicas, los datos de vegetación que tenemos de todo el territorio y las pistas, cortafuegos y caminos de la zona afectada", relata.
Con esos datos, el sistema se convierte en un simulador que puede indicar cómo será "cronológicamente la propagación de las llamas, así que se sabrá cuántos medios mandar y donde no es necesario mandarlos", así como "cuándo será necesaria una evacuación en el caso de que el fuego avance sobre una población".
En contraste con esas explicaciones "de ciencia ficción", Cela ha subrayado que la "realidad" es que en la última década, la media anual de incendios registrados en Galicia es de 5.000 "y este sistema no puede con eso", así que la utilidad real será conocer el riesgo de que un fuego recién detectado "se haga grande y poder ajustar mejor los medios de extinción que son precisos en ese primer momento, para evitarlo".
ANTES Y DESPUÉS DE 2006
Otro de los ponentes ha sido el director de seguridad ciudadana de A Coruña, Carlos García Touriñán, en sustitución de otros dos que no pudieron asistir por enfermedad. En su toma de la palabra se ha referido a la oleada de incendios del verano de 2006, por su característica diferencial de que "supusieron un cambio de concepto, al desarrollarse en un espacio intermedio entre los ámbitos urbano y forestal". En concreto, ha tratado los incendios registrados cerca y alrededor de las ciudades de Ourense y Santiago, aunque también Pontevedra y Soutomaior.
"Aquel año trajo la creación de unidades de coordinación, una agencia gallega de emergencias y muchas mejoras, aunque queda mucho por hacer en coordinación porque se trata de grupos dependientes de diferentes administraciones", ha remarcado. En los bomberos urbanos, ámbito del ponente, se produjo además un "cambio en los protocolos de actuación" pues hasta entonces, se centraba en el ataque al fuego.
"El hecho de que urbanizaciones y viviendas sueltas resultasen afectadas supuso pasar a una actuación defensiva, para preservar del fuego primero a las personas, luego a los bienes, y sólo en tercer lugar al patrimonio forestal", ha agregado.
Desde entonces, según García Touriñán, se trabajó "muchísimo" más en la prevención, y así se recogió en la legislación la obligación de dejar una franja de 25 metros libres de vegetación en torno a una zona de viviendas, y se extendieron las actividades formativas entre escolares, para que sepan cómo actuar si van de acampada.