SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular ha declarado a Rosario Porto y a Alfonso Basterra culpables del asesinato de su hija Asunta, fallecida el 21 de septiembre de 2013 y cuyo cuerpo fue localizado en una pista forestal de Teo (A Coruña) durante la madrugada siguiente.
Así lo han determinado de forma unánime los miembros del jurado tras una deliberación que se ha prolongado durante cuatro jornadas, desde el lunes, y en la que han contado con un cuestionario con hasta 21 preguntas sobre los hechos.
Sobre las 10.00 horas de este viernes, el presidente del jurado ha entregado el veredicto al magistrado Jorge Cid Carballo, que ha dado el visto bueno a su argumentación. Posteriormente, en una sesión a la que han acudido las partes, se ha dado lectura al documento que ha declarado a ambos culpables del crimen.
En la justificación de su veredicto, los nueve integrantes del jurado han considerado probados los seis hechos objetivos de los que se acusaba a los padres y han apoyado la tesis de que existía un plan conjunto para acabar con la vida de Asunta.
Con ello, y teniendo en cuenta que algunas de las cuestiones excluyentes, finalmente han respondido a 13 de las 21 preguntas acordadas por las partes en el objeto de veredicto, a todas ellas de forma afirmativa.
HECHOS
Tal y como recoge el veredicto leído este viernes, el jurado considera probado que tanto Alfonso Basterra como Rosario Porto suministraron de común acuerdo y repetidamente a Asunta, durante al menos tres meses antes de su muerte, un medicamento que contenía lorazepam y que el padre fue el encargado de comprar este fármaco, al menos en tres ocasiones entre julio y septiembre.
Del mismo modo, apoyan el hecho de que ambos, "puestos de común acuerdo para acabar con la vida de su hija", le suministraron una cantidad tóxica de este medicamento el día 21 de septiembre en el transcurso de una comida familiar y que, después de las 18.15 horas, Asunta fue hasta la vivienda de Montouto (Teo) en compañía tanto de Rosario Porto como de Alfonso Basterra.
El veredicto también considera probado que los acusados "asfixiaron a su hija Asunta" en la vivienda de Montouto en un periodo comprendido entre las 18.33 y las 20.00 horas del 21 de septiembre, aplicándole compresión sobre la boca y la nariz. Finalmente, apoyan que fue atada de brazos y piernas en un momento próximo a la muerte con cuerdas plásticas de color naranja y que, cuando falleció, la víctima "no pudo defenderse" porque estaba bajo los efectos del lorazepam.
A mayores, el jurado admite como circunstancias modificativas el parentesco --Asunta era hija adoptiva de los acusados-- y rechaza la posibilidad de que se les aplique una suspensión de la pena o un indulto.
Con ello, el jurado considera que todos los hechos propuestos para su análisis están probados y se apoya para decir esto en varias pruebas y testimonios.
No obstante, ninguna de las 14 pregunta sobre los distintos hechos atribuidos a los padres de Asunta Basterra hace referencia a cual de ellos o si ambos fueron los responsables del traslado del cadáver a la pista forestal de Teo donde fue localizado, ni precisa la hora a la que esto se produjo, que en instrucción se situó en torno a las 21.00 horas.
ASFIXIA POR SOFOCACIÓN
Asunta Basterra falleció entre las 16.00 y las 20.00 horas del día 21 de septiembre de 2013 por asfixia, sofocada con un objeto "blando y deformable", según recoge la autopsia, que determinó también que no había sido agredida sexualmente. En el momento de su muerte, además, tenía en su organismo una dosis "tóxica" de lorazepam --principio activo del Orfidal-- que anuló su capacidad de defenderse.
En un momento próximo a su muerte --inmediatamente antes o después-- el cuerpo de la niña fue atado y posteriormente trasladado a una pista forestal del lugar de Feros, donde fue "colocado" en el talud de una cuneta. Dos hombres que circulaban por la zona la encontraron pasadas las 1.00 horas del día 22.
Los análisis toxicológicos permitieron determinar que Asunta había sido sedada de forma continuada con dos benzodiacepinas en los tres o cuatro meses anteriores a su muerte, en los que registró varios episodios en los que acudió a clase con síntomas de somnolencia.
A raíz de las primeras indagaciones, que comenzaron la misma madrugada, la madre de la menor, Rosario Porto, fue detenida el día 24 de septiembre, tras asistir a la incineración de su hija. El padre, Alfonso Basterra, fue detenido al día siguiente, en el transcurso de un registro.