Apela a lograr enjuiciar "antes" a los incendiarios para evitar que, transcurridos años, los testimonios de testigos sean "dubitativos"
Evita dar por hecho que el juicio del 'Prestige' pueda arrancar antes de final de año porque "siempre puede ocurrir algo inesperado"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de Medio Ambiente, Álvaro García Ortiz, ve "lógico" el archivo de la causa por el incendio de las Fragas do Eume, aunque en todo caso subraya que es una decisión que deberán tomar el juez instructor o el fiscal que se encarga del proceso directamente. Pero, "lo lógico es que un delito sin autor o un 'no delito' lleven a un archivo", destaca en una entrevista concedida a Europa Press.
La investigación realizada por agentes del Seprona y técnicos de la administración concluye que hubo un solo foco y "probablemente" fuese provocado por una colilla, en el fuego que a finales del mes de marzo arrasó 750 hectáreas, algunas de ellas de alto valor ecológico, en el bosque atlántico más importante de Europa.
Esta tesis contradice la versión de la Xunta, que desde un comienzo habló de tres puntos y de una clara intencionalidad, aunque García Ortiz quita hierro a este hecho y resalta que "las manifestaciones de los primeros momentos hay que situarlas en los primeros momentos". "Y ahora estamos ya mucho tiempo después", constata, además de argumentar que las informaciones al comienzo de la investigación "podían apuntar algo" que las pesquisas posteriores desbarataron, aunque todavía queda "alguna pequeña" parte de las averiguaciones "que puede acabar de cerrar algún aspecto colateral".
"Generar polémica, desde mi punto de vista o desde el punto de vista de la Fiscalía no tiene sentido", añade, antes de garantizar que "no hay ningún recoveco de malas interpretaciones" entre Gobierno gallego y Fiscalía.
TIRAR UN CIGARRO "NO ES FORTUITO"
Sobre si archivar la causa transmitirá a la sociedad gallega sensación de impunidad, mantiene que "impunidad, cuando no hay culpables, no es impunidad". "Es más duro asumir que todos somos responsables, entre comillas, que no que tengamos identificada a una persona a la que podamos echar la culpa", reconoce. No obstante, incide en que un mensaje de responsabilidad compartida "sería una buena lección".
"Creo que el hecho del trágico incendio de las Fragas do Eume tiene un punto de llamada de atención para todos. Y eso no se debe perder nunca", expone.
Y es que Álvaro García Ortiz valora el informe del Seprona como un documento "muy sólido", en el que se utilizaron diversas técnicas, desde las entrevistas hasta inspecciones oculares a bordo de helicópteros y localizaciones de teléfonos móviles presentes en la zona, pasando por el método científico de las evidencias físicas, "para recorrer el fuego hacia atrás y lograr saber cuál fue el punto de inicio". Por ello, considera "claro" que hay pruebas que ratifican que el incendio tuvo su origen en una colilla.
Pero se trata de un hecho "de naturaleza casi fortuita", avisa, porque tirar un cigarro "no es fortuito": "Es alguien que tira una colilla donde no debía", reprueba, para, a continuación, lamentar que posiblemente será "imposible" determinar "quién ha sido" el responsable o "cómo" ha ocurrido.
CÁMARAS EN LA LUCHA CONTRA EL FUEGO
García Ortiz defiende la validez de utilizar cámaras de videovigilancia en los montes de Galicia para facilitar la lucha contra el fuego, pero pide "dimensionar el problema", pues su propuesta se ciñe a "seguimientos" y "lugares concretos" en los que las fuerzas y cuerpos de seguridad detectan sospechosos de provocar incendios.
Así, "que haya una red de cámaras por todos los montes gallegos que identifiquen a los culpables" entiende que es "una hipótesis no razonable". "No podemos intentar llenar de cámaras todo el campo", admite. "Otra cosa", dice, es la detección de incendios: para eso "sí que hay instrumentos avanzados, incluso satélite", indica.
MEDIOS HUMANOS PARA LA EXTINCIÓN
En el plano de la extinción, el fiscal evita enjuiciar las decisiones de la Consellería de Medio Rural en materia de contratación de medios humanos --ante posibles recortes-- o en la gestión de los mismos --como la reciente privatización de las brigadas helitransportadas--.
La administración "tiene muy claro" que debe extinguir "de la mejor manera posible". "Y si después las cosas no funcionan como ellos creen que debe funcionar, serán sometidos a una crítica social", advierte.
"MÁS ACTIVADOS QUE OTROS AÑOS"
A un mes de que se inicie la campaña de alto riesgo, llama la atención sobre el factor meteorológico, ya que, en pleno junio, "parece que el problema de los incendios no existe". "Es el problema que tienen, que solo nos acordamos de ellos cuando la gran crisis incendiaria salta", proclama.
En este sentido, afirma estar, como comunidad, "más activados que otros años", debido a las olas de fuegos del pasado octubre y de febrero y marzo de 2012. "Estamos preparándonos, de alguna manera, para estar ahí", asegura.
Y hace hincapié en el "trabajo bien hecho" y con "continuidad" de Policía y Guardia Civil, que tienen "un efecto preventivo importantísimo" más allá de las estadísticas de detenciones.
La "mayoría" de los detenidos lo son por escapes de quemas debido a negligencias, a lo que se impone una pena "proporcionada". Sin embargo, para el incendiario doloso existe una carencia en el apartado de las pruebas.
RETOS PARA LA JUSTICIA
"No es que no sean sospechosos, es que el proceso penal y la garantía de nuestra Estado de Derecho impide que nos acusen simplemente con un dedo y nos manden a prisión. Hay que tener pruebas sólidas", explica.
En consecuencia, circunscribe en la "casi normalidad" las absoluciones, algo que achaca al transcurso del tiempo y la degradación de las pruebas, en gran parte de tipo testifical. "Los testimonios que eran convincentes en instrucción, en el principio, cinco o seis años después se vuelven testimonios dubitativos, porque la naturaleza de la mente humana es así", ejemplifica.
Frente a esto, fija dos retos para la Justicia: la de "trabajar más y mejor" para ser capaz de sentar a los incendiarios "antes" ante los tribunales, con pruebas con "la mayor solidez posible"; y la de "ganar" la confianza de los ciudadanos, ya que "no es lo mismo tener un testigo que tener dos, tres, cuatro o cinco".
JUICIO POR EL 'PRESTIGE'
Por otra parte, el fiscal de Medio Ambiente evita dar por hecho que el juicio por la catástrofe del petrolero Prestige, que en 2002 se hundió frente a las costas gallegas, se vaya a celebrar en lo que queda de 2012, porque "siempre puede ocurrir algo que sea inesperado".
En la misma entrevista a Europa Press, García Ortiz destaca que "es mejor ser prudentes y esperar a que la secuencia procesal diga qué fecha" será la del comienzo del juicio. De hecho, hace referencia al retraso de la cita al apuntar que ya dijo "tantas veces tantos juicios en tantos momentos" que, ahora, prefiere no manifestarse.
"Es muy complicado poner una fecha", constata y esta decisión "está en manos de la sala que lo va a enjuiciar". Además, ahora se ha abierto una nueva vía, la posible localización del primer oficial del buque, Ireneo Maloto, que ha sido declarado en rebeldía. "Puede ser una incidencia procesal pero es prematuro decir nada", comenta.
Al respecto, incide en que "primero habrá que ver si efectivamente está localizable judicialmente para poder notificarle y atraerlo al juicio, y después habrá que tomar decisiones en ese sentido". "Como son futuribles que no corresponden a este momento procesal, pues mejor no manifestarse", añade
Por último, hace alusión a la "dificultad técnica" de armar un juicio de estas dimensiones. "No solo" en cuanto a medios materiales, sino respecto a la citación de las personas, la preparación de la prueba y de los magistrados. "Todo eso exige un cierto tiempo, hay que dárselo", concluye.