Aboga por la construcción de "un mundo diferente" en el que no exista "exclusión" y en el que las personas tengan "derechos y libertades"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Vigo acogerá la semana próxima el VII Encontro Internacional la Marcha Mundial das Mulleres, que servirá para "exigir el fin de la opresión y la violencia". Se trata de la primera vez que este evento se celebra en Galicia, por lo que fue aplaudido como "un honor inmenso" por su dirigente nacional, Charo Fernández.
En rueda de prensa en Santiago, tres de las coordinadoras de esta iniciativa presentaron el programa que se llevará a cabo entre los días 14 y 20 de octubre en la ciudad olívica. En este sentido, Charo Fernández enfatizó la "necesidad" de estos actos para "luchar contra la violencia y la discriminación" e invitó a "todas las mujeres del mundo" a un evento "tan importante".
Bajo el lema 'cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres y cambiar la vida de las mujeres para cambiar el mundo', la coordinadora gallega, Pilar Estévez, explicó que los cuatro primeros días consistirán en un "encuentro interno" de 150 delegadas de los cinco continentes para "planificar el camino hasta 2010" mediante debates y análisis.
No obstante, las jornadas del fin de semana serán "abiertas" y "muy intensas", como una "explosión de cara a la ciudadanía". Así, el sábado día se abordará la cuestión de la soberanía alimentaria como "pilar básico" para "poner en valor la economía no especulativa ni consumista"; y el domingo cada mujer aportará una piedra con la que se construirá un 'milladoiro', para simbolizar "el encuentro".
Además, a las 12.30 horas dará comienzo una manifestación, en la que Pilar Estévez confió que se reúna tanta gente como en 2004, año en el que se celebró la Marcha Europea. "Ojalá tenga tanto éxito como en 2004 y que se supere esa cifra de 40.000 personas", anheló, puesto que, a su juicio, sirve para "reconocer la labor participativa de las mujeres".
CONSTRUIR "UN MUNDO DIFERENTE"
Por su parte, la coordinadora local de la Marcha, Rosa Enríquez, leyó ante los medios una carta en la que proclamó la "necesidad" de construir "un mundo diferente" en el que no existan "la exclusión, el racismo y el sexismo" y en el que todas las personas tengan "derechos y libertades".
Abogó también por un "equilibrio social" con el que "todos los pueblos sean iguales" porque "nada justifica la discriminación" y porque "la diversidad es una virtud y una riqueza preciosa". Así, incidió en la "importancia" de "luchar sin perder las ganas" por "un sueño, un ideal de justicia social" para "lograr estos objetivos".
En clave feminista, recordó el "esfuerzo" de muchas mujeres en el pasado con el fin de "impedir el androcentrismo" en la sociedad y aseguró sentirse "honrada de seguir su camino". De este modo, reivindicó que las mujeres "son ciudadanas de pleno derecho" y denunció "el esclavismo, las bodas forzadas y la explotación sexual".
En la misma línea, defendió un modelo social en el que las tareas tradicionalmente realizadas por las mujeres, como el cuidado de los hijos o las labores domésticas, sean "valoradas y compartidas" y se preguntó "cómo las féminas siguen oprimidas" a pesar de constituir "más de la mitad de la humanidad" y de ser "fuente de vida".
Por todo, hizo un llamamiento para que las mujeres de todo el mundo "proclamen su poder para transformar el mundo", de modo que éste sea "sostenible, en paz, libertad, solidaridad y justicia".