VIGO, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los marineros gallegos del atunero 'Alakrana', que permaneció 47 días secuestrado en el Océano Índico, manifestaron este miércoles su voluntad de "pasar página" y se mostraron "aliviados de acabar con esto", al tiempo que pidieron pasar a un segundo plano y que la atención se centre ahora en otras personas que permanecen retenidas por piratas somalíes.
Los ocho tripulantes gallegos comparecieron en los juzgados de Vigo para declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz --quien se desplazó a la ciudad olívica tras haber interrogado ayer en Gernika a la tripulación vasca-- y, algo más de tres horas después, al terminar los interrogatorios, dieron una rueda de prensa conjunta siete de ellos.
Los tripulantes, alguno de ellos visiblemente emocionado, comenzaron sus intervenciones manifestando su agradecimiento "al Gobierno, Xunta y Gobierno vasco", así como a los ayuntamientos donde han nacido y en los que residen, a los medios de comunicación y, especialmente, a sus familias, de las que destacaron su fortaleza así como la labor desarrollada a la hora de reclamar su liberación. "Aunque somos simples marineros, tenemos unas grandes familias", aseveraron.
El patrón, Ricardo Blach, así como el resto de los marineros, abogaron por quedar en un segundo plano para que la atención se centre en la situación del mercante 'Ariana', que está retenido, y de un matrimonio de ingleses de unos 60 años que "se llevaron secuestrados a tierra" y, allí, la casa donde estaban fue atacada por otro clan de piratas. Ante esta situación, hicieron un llamamiento a que se denuncien públicamente estos casos, para ver si se puede "hacer algo por ellos".
Los marineros explicaron que en las declaraciones de esta mañana, que transcurrieron sin presiones y con un tratamiento "muy humano" por parte de la autoridad judicial, todos ellos han expuesto la situación del 'Ariana' a Pedraz y destacaron que, a este respecto, encontraron "sensibilidad".
Por su parte, en una rueda de prensa previa a la comparecencia conjunta, el espivotero del 'Alakrana', Joaquín Fernández, destacó "delicada" situación de ese barco y que les hundió "mucho más" en su secuestro. "Teníais que estar ahí y verlo con vuestros propios ojos", aseguró a los periodistas congregados, ante quienes explicó que a los marineros les hubiera gustado poderse llevar a los menores que permanecen en el mercante. Por ello, aseguró que a todos les quedará esa "frustración" en "el alma".
PIRATAS
En cuanto a los dos piratas detenidos que están en Madrid, Fernández explicó que sería "imposible" reconocerlos "porque son todos iguales" y, al respecto de la posibilidad de que los marineros se presenten como acusación particular en el juicio contra estas personas, afirmó que por ahora no se ejercitará.
El espivotero, quien eludió dar detalles de los "muchos malos tragos" a lo largo de su tiempo de reclusión o sobre el momento en el que fue desembarcado junto a otros dos compañeros por los propios piratas, explicó una experiencia que le resultó "bastante" dura y que consistió en trasladar en un bote a unos 8 o 9 piratas, una vez se había producido la liberación.
En este sentido, señaló que cuando trasladaba en un bote a los piratas, a quienes no llevó hasta la playa --los corsarios fueron conducidos por Joaquín Fernández hasta un punto donde había otra embarcación a la que se subieron-- decidió quitarse la camiseta, de forma que los efectivos militares de las fragatas de la zona pudieran ver que era "blanco" y lo distinguiesen de los secuestradores.
DESEMBARCO DE MARINEROS
Al respecto del desembarco de los tres marineros que los piratas realizaron el 5 de noviembre, Fernández --uno de los que fueron trasladados-- destacó que fue un momento "muy tenso, de mucha angustia" en el que no fueron llevados a tierra, aunque sí cerca, y que estuvieron en el bote "de cinco a 10 minutos" para volver posteriormente al 'Alakrana'.
Ricardo Blach explicó hoy que ese día sabía al "100 o al 90 por ciento" que los tres marineros estaban a bordo, pero que "no podía decirlo" porque las vidas de la tripulación "corrían peligro" si lo desvelaban. "Traté de ocultarlo por nuestras vidas", insistió.
A este respecto, otro de los marineros gallegos, el cangués Secundino Dacosta, explicó que "en el momento que los piratas estaban tiroteando", uno de ellos se acercó a uno de los tripulantes y le dijo que todos ellos iban a llamar a sus casas para "despedirnos". Así, destacó que todos los marineros estaban "cagados" de miedo.
A lo largo de la mañana de hoy prestaron declaración ante el juez el patrón, el baionés Ricardo Blach, que fue el primero en llegar al juzgado; el moañés Carlos Meira, Pablo Costas, marinero vecino de Gondomar; Secundino Dacosta, de Cangas; Joaquín Fernández, vecino de Nigrán, José Antonio García, de Baiona, Antonio Pérez, de Boiro -que no compareció en rueda de prensa--; y José Manuel Crujeiras, de Ribeira.