Un total de 30.526 gallegos de la diáspora solicitaron votar en estas elecciones, sólo un 7,68% del CERA

SANTIAGO DE COMPOSTELA 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

La implantación por primera vez en unas elecciones gallegas del voto rogado, que obliga a los residentes en el exterior a solicitar previamente su participación electoral, ha provocado que sólo hayan sido aceptadas 30.526 solicitudes de sufragio por parte de residentes ausentes, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, sólo un 7,68 por ciento de los 397.382 emigrantes y sus descendientes nacionalizados que están inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA) podrán participar en las elecciones del próximo domingo.

De esta forma, aunque todos los miembros de la diáspora que han solicitado el voto rogado hayan ejercido su derecho al acudir a los consulados hasta este viernes o hubieran remitido ya sus papeletas a sus respectivas legaciones españolas, la participación de la emigración caería considerablemente respecto a la de las autonómicas de 2009, cuando ya había registrado un descenso en relación a los comicios de 2005.

En las anteriores autonómicas votó casi el 31 por ciento de los inscritos en el CERA, que por aquel entonces eras casi 62.000 personas menos que las que en la actualidad cuentan con derecho a participar en los comicios gallegos.

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Para las elecciones del próximo domingo, fueron tramitadas las solicitudes para poder votar de 10.184 emigrantes de los 137.901 que figuran inscritos en la circunscripción de A Coruña. Por su parte, cumplieron con el requisito del voto rogado 7.699 de las 114.754 personas inscritas por la provincia de Pontevedra.

Por su parte, podrán ejercer su derecho al sufragio sólo 6.998 de los 88.725 electores que figuran en el CERA por la provincia de Ourense, mientras que podrán hacerlo también 5.645 de los 56.002 que están inscritos por Lugo.

El escrutinio del voto emigrante será contabilizado a partir del próximo día 29 en las juntas electorales provinciales. En los comicios de 2009, el voto exterior logró restarle un escaño al PP por Ourense, que pasó al PSdeG.

A la baja participación hay que añadir que los sufragios de los emigrantes suelen estar sometidos a un alto porcentaje de nulidades debido a que no cumplimentan los requisitos exigidos. En esta ocasión, la Junta Electoral ya ha advertido que no declarará válidos los votos que la emigración haya enviado por correo directamente a las juntas provinciales, como ocurría antes, en vez de a los consulados.

Estas circunstancias hacen prever a los partidos gallegos que los votos de los residentes en el exterior en estas elecciones no serán tan decisivos como en anteriores comicios. Además, tanto el PP como el PSOE han reconocido que la reforma del voto exterior llevada a cabo el año pasado provoca mayores tasas de abstención y han avanzado que se estudiarán nuevos cambios.