Apunta que "lo que hasta el 1 de marzo era culpa de Touriño, después no puede ser culpa de Zapatero" sino que lo será "de Feijóo"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El conselleiro de Medio Ambiente en funciones y líder del PSdeG en Ourense, criticó hoy el "modelo opusiano" del Gobierno del PP en la Xunta y le advirtió de que su partido, desde la oposición, "no le concederá ni 100 días, ni 100 horas, ni 100 minutos".
Vázquez, quien condicionó hoy en rueda de prensa la presentación de su candidatura a la Secretaría Xeral al apoyo que obtenga por parte de las bases socialistas, consideró que Galicia "no se merece" volver a tener "un Gobierno del PP, esta vez, del Opus". "Aunque haya sido por error nuestro", admitió, en relación con el resultado electoral que devolvió la mayoría absoluta a los populares.
Así, alertó de que "cada vez que habla esta gente del modelo opusiano", siente "escalofríos" y, por ello, subrayó que no le concederá "ni cien días, ni cien horas, ni cien minutos". "Desde el minuto siguiente a que tomen posesión, va a haber, si tengo capacidad de decisión, una oposición que sólo va a buscar mejorar la vida de los gallegos", insistió.
Aunque indicó que en la búsqueda de mejora de la calidad de vida "real" de los gallegos el PSdeG será un "aliado permanente", advirtió de que llevará a cabo "un control férreo a la gestión y la política del PP". "Porque un Gobierno que nace de la mentira, de la calumnia y de la media verdad, a mí ya me deja muy preocupado", argumentó el dirigente socialista.
"MENSAJE" A FEIJÓO
Además, envió "un mensaje" al presidente del PPdeG y futuro líder del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, en el que le recordó que "todo lo que hasta el 1 de marzo era culpa de Touriño, el día 3 de marzo no puede ser culpa de Zapatero". "Ya lo veo venir", auguró, e incidió en que "todo lo que antes era culpa de Touriño, ahora será culpa de Feijóo". "Si vamos por otro camino, ya empezamos mal", alertó.
Por ello, le pidió que "no caiga en la tentación, que va a caer, de usar a los gallegos para pelearse con Madrid para favorecer a Génova". "Ahora ya no valen sillas, ni ventanas, ni coches, ahora hay que tener soluciones reales y en las soluciones reales va a estar el PSdeG y, en los cuentos, nos va a tener radicalmente en contra", garantizó.
Justificó estas afirmaciones en que "hay más ciudadanos de Galicia que no votaron al PP que los que sí lo votaron" y "hay que representarlos con dignidad" e insistió en que "la demagogia, la mentira y la calumnia probablemente fueron útiles al PP en campaña", pero "no lo serán en la Xunta". "Porque no lo vamos a consentir", sentenció Manuel Vázquez.
DOS ERRORES
Sobre las causas de la derrota electoral, mostró su "sensación" de que la "piedra angular del fracaso" radica en que el Gobierno gallego "habló mucho para quien no quería escuchar y poco para quien estaba esperando los cambios". "Dedicamos muchos esfuerzos a quien no nos quería escuchar y abandonamos a los que estaban esperando por nosotros", lamentó.
Por ello, entendió que "hay que cambiar cosas" y que "eso", "evidentemente hay que corregirlos". Además, consideró que en algún momento "falló" el sistema de representatividad y censuró que "desde un 15 o un 16 por ciento, se pretendió hacer políticas horizontales para el 100 por cien de la población".
"No es un tema menor, tenemos que ser conscientes de lo que representamos al tomar decisiones que ideológicamente llevamos dentro pero que no podemos aplicar al 100 por cien de la sociedad, sino que tenemos que pactar", analizó, aunque abogó por cerrar la etapa de "lamentos y penas" y "empezar a trabajar ya para conseguir ganar las elecciones".
AUTOCRÍTICA
Preguntado sobre la posible influencia negativa de su etapa como conselleiro en la dirección de un nuevo proyecto político, Vázquez aseguró sentirse "muy orgulloso" de su trabajo en el departamento autonómico.
"Como cualquier ser humano, asumo que habré cometido errores y aciertos, pero yo no me presento para que me canonicen, sino para ser secretario xeral de una organización", espetó, y expuso que "todos los ciudadanos viven con sus errores y aciertos a las espaldas".
De este modo, aprovechó para desterrar el "mito" de que la persona que se sitúe al frente del partido "tiene que ser de otra galaxia" porque, a su juicio, este tipo de personas no existe.
"Yo llevo mis errores y aciertos con orgullo y creo que un partido de gente normal es lo que nos dará grandeza", planteó, y tras asumir que no es "un santo" al igual que el resto, aseguró no tener "miedo" a su "pasado". "Me dan mucho miedo los que no se equivocan nunca", criticó, refiriéndose a Feijóo.
BNG
En relación con los pactos locales que el PSdeG mantiene con el BNG, afirmó que no son ni buenos ni malos por sí mismos y agregó que, "cuando derivan de una representación proporcional a lo que representa cada uno, casi siempre salen bien".
Por ello, el conselleiro de Medio Ambiente en funciones pidió que no se "demonicen" estas coaliciones porque "una haya salido mal", porque "no todas" tienen que repetir este modelo.
De hecho, aunque entendió que --sobre el fracaso de la unión entre socialistas en la Xunta-- los ciudadanos dijeron en las urnas "algo parecido a no entiendo lo que están haciendo ustedes", insistió en que "el futuro" de Galicia "pasa" por el "entendimiento" entre las fuerzas políticas, a pesar de que el PSdeG "tiene vocación mayoritaria".
"Tenemos que repensar muchas cosas, porque si no es que no nos enteramos de lo que acaba de pasar", reflexionó Vázquez, y reiteró su "vocación" de que el PSdeG represente, como mínimo, al 40 por ciento de los gallegos. No obstante, aseguró que su partido "aceptará pactos, como todo el mundo", puesto que "no es nada nuevo en política".
Lo que sí tildó de "nuevo" fue la "desproporción" en estos pactos. "Que se quieran imponer políticas horizontales desde la minoría es algo que la sociedad no entiende", analizó.
GRUPO PARLAMENTARIO
Preguntado por los periodistas, Vázquez declinó avanzar cuál será su función en el Grupo Parlamentario de los Socialistas o si será candidato a la Presidencia de la Xunta, puesto que será "decisión" del propio grupo, que se reúne el lunes, y del partido cuando proceda designar su aspirante en las próximas elecciones.
"Sin renunciar a nada, no me planteo nada", aseguró, y remitió en ambas cuestiones a "decisiones colegiadas". "Ni más ni menos", zanjó el dirigente socialista, quien insistió en que "la opinión de todos" es "fundamental".