MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las llegadas de menores refugiados y migrantes a las islas griegas han aumentado un 32 por ciento este año, según ha alertado este viernes el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que ha denunciado las terribles condiciones en las que se ven obligados a vivir estos niños, muchos de los cuales están traumatizados por la experiencia vivida.
Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 22.200 migrantes han llegado por mar este año a Grecia. Entre ellos, según UNICEF, figuran más de 7.000 niños, es decir, más de 850 al mes, que han hecho la peligrosa travesía por mar para terminar mayoritariamente en instalaciones masificadas e inseguras.
"A medida que el número de niños refugiados y migrantes que llegan a las islas griegas aumenta, las condiciones de los centros que los albergan se hacen más terribles y peligrosas", ha explicado el coordinador de país de UNICEF para la Respuesta a los Refugiados y Migrantes en Grecia, Lucio Melandri.
"Todos los refugiados y migrantes que están viviendo en los Centros de Recepción e Identificación, especialmente los niños, necesitan que se les derive sin demora al interior para garantizar que tienen alojamiento adecuado, protección, atención médica y otros servicios básicos", ha defendido.
En la actualidad, en las islas griegas hay unos 20.500 refugiados y migrantes, incluidos más de 5.000 niños, el 80 por ciento de los cuales viven en estos centros, los cuales, según denuncia UNICEF, "se encuentran saturados y en condiciones insalubres".
Así el centro de Moria, en la isla de Lesbos, alberga a 9.000 personas aunque su capacidad prevista es de 3.100, mientras que el de Vathi, en Samos, se construyó para 650 personas y ahora alberga a 4.000, incluidos 680 niños.
Aunque la legislación griega prevé que la permanencia en estos centros no debería superar los 25 días, lo cierto es que pese a los esfuerzos de las autoridades y el personal local algunos niños llevan más de un año en estas instalaciones saturadas y mal equipadas, lamenta la agencia de la ONU.
En estos centros, el acceso a saneamiento e higiene es inadecuado, con hasta 70 personas que dependen de un mismo aseo, filtraciones de aguas residuales y olores desagradables. A este entorno, en el que son frecuentes los incidentes violentos, los abusos domésticos y los altercados, siguen llegando familias y niños.
NIÑOS TRAUMATIZADOS POR LA GUERRA Y LA HUÍDA
"La mayoría de niños y jóvenes que he conocido arrastran el trauma de la guerra y de haberse visto obligados a huir de sus casas. Ahora viven en condiciones lamentables, sin vislumbrar el final de su situación. Muchos sufren un grave estrés emocional", ha subrayado Melandri.
Esta misma semana, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que sus equipos en Lesbos han constatado un aumento del número de casos de adolescentes migrantes que han intentado suicidarse, se han autolesionado o han tenido pensamientos suicidas.
"Estos niños proceden de países en guerra, donde han experimentado violencia extrema y traumas. En lugar de recibir cuidado y protección en Europa, están sujetos a un temor constante, a estrés y a nuevos episodios de violencia, incluida violencia sexual", denunció el coordinador médico de MSF en Grecia, Declan Barry.
Así las cosas, desde UNICEF se ha pedido el traslado inmediato de los refugiados y migrantes a la parte continental de Grecia ya que, ha subrayado Melandri, "las autoridades griegas y las comunidades han hecho todo lo que podían para apoyar a los niños refugiados y migrantes, pero ya no pueden hacer frente a tantas llegadas y necesidades".
Asimismo, la agencia de la ONU ha defendido la necesidad urgente de que otros estados miembros de la UE hagan más compromisos de reasentamiento que prioricen a los niños y agilicen los procesos de reunificación familiar.