BAGDAD, 23 Nov. (Reuters/EP) -
Unos 700 instructores estadounidenses, en su mayoría civiles, participarán en la formación de las fuerzas de seguridad iraquíes cuando Estados Unidos haya completado el repliegue militar previsto para finales de año, según han adelantado este miércoles fuentes de ambos países.
Washington y Bagdad debaten desde octubre el número de formadores norteamericanos con el que contarán las fuerzas iraquíes y se ha llegado a especular con que la cifra podría ser de varios miles. Finalmente, ahora que "ya no hay más discusiones sobre esta cuestión", el "número total" ha quedado en los "740", según ha dicho una autoridad de seguridad de Irak conocedora de este diálogo. "La mayoría de ellos son contratistas de armas civiles y sólo unos pocos son oficiales militares", ha explicado.
Por su parte, una fuente militar de Estados Unidos ha confirmado que calculan que unos 700 instructores civiles participarán en estos trabajos de entrenamiento, lo que se sumará a los 157 efectivos militares adjuntos a la oficina de seguridad de la Embajada y a un contingente de entre 20 o 25 guardias de la Marina.
Los formadores, según la fuente iraquí, trabajarán en bases en Bagdad, Tikrit, Kirkuk, Basora, Nasiriya, Besmaya, Taji y Arbil. Sólo unos cien de ellos trabajarán para el Ministerio del Interior y, por tanto, entrenarán a policías, mientras que los restantes se integrarán en las labores del Ministerio de Defensa.
"No tienen inmunidad, pero serán parte de la delegación de la Embajada de Estados Unidos en Irak", ha explicado.
Los menos de 20.000 militares norteamericanos que aún siguen en Irak abandonarán el país antes de que concluya el año, pero Bagdad todavía necesita expertos que entrenen a sus fuerzas de cara a reconstruir el Ejército que hace nueve años, con la invasión extranjera, quedó desmantelado.