MADRID 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente del gubernamental Partido Justicia y Democracia (AKP), Mehmet Alí Sahin, ha afirmado este domingo que las autoridades investigarán las informaciones publicadas por la revista alemana 'Del Spiegel', que apuntan a que Alemania ha espiado a Turquía desde 2009.
"Soy de la opinión de que esto ha de ser tomado en serio. Nuestro Gobierno y Ministerio de Exteriores llevarán a cabo las investigaciones necesarias sobre las informaciones de la revista", ha agregado, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
Pese a ello, Sahin ha indicado que las informaciones del 'Der Spiegel' han de ser tomadas con "cautela", en referencia a las malas relaciones entre la revista y el AKP. "'Der Spiegel' no es una revista que tenga buenos sueños acerca de Turquía. Ha publicado informaciones injustas sobre el AKP y (el primer ministro y presidente electo) Recep Tayyip Erdogan", ha remachado.
Asimismo, los servicios de Inteligencia alemanes habrían espiado también al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y de la exsecretaria Hillary Clinton.
Esta información ha sido publicada después de que los medios alemanes sacasen a la luz que el BND interceptó también al menos una llamada telefónica realizada por Clinton, según ha informado la agencia RT.
En este caso no trascendió la fecha de la escucha telefónica, aunque también se ha indicado que se filtró "por accidente". Sin embargo, Der Spiegel ha precisado que la llamada se interceptó en 2012.
Supuestamente se trataba de una conversación con el exsecretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, que acababa de volver de realizar negociaciones en Siria e iba a informar a la entonces responsable de la diplomacia estadounidense.
Los medios alemanes señalaron en sus artículos que Clinton no era la única política que ha sido espiada, ya que "aparentemente, las llamadas telefónicas realizadas por políticos estadounidenses y otros países amigos han sido grabadas repetidamente".
Según las informaciones, el Gobierno alemán renueva los detalles de sus programas de espionaje cada cuatro años, pero no ha modificado sus preferencias desde el escándalo de las filtraciones del programa estadounidense a través de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), que provocó un empeoramiento de las relaciones entre ambos países.