MADRID 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, advirtió hoy de que los datos actuales de hambrientos en el mundo, casi 1.000 millones de personas, son "más inquietantes" que en 1996.
Diouf inauguró hoy en Madrid, en compañía del ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, la Reunión de Alto Nivel sobre seguridad alimentaria organizada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y Naciones Unidas.
El máximo responsable de la FAO subrayó que la seguridad alimentaria es una "condición primordial para la paz y la seguridad en el mundo" y alertó de que en 2008 las previsiones apuntan a que los hambrientos en el mundo han aumentado en más de 40 millones, lo que situaría la cifra total en 963 millones de personas que sufren en el mundo hambre y desnutrición.
De forma paradójica, la producción mundial de cereales en 2008 ha alcanzado "un nuevo récord" y debería bastar para alimentar a la población mundial hasta 2009, dijo el también vicepresidente del equipo de alto nivel del secretario general de la ONU para la crisis alimentaria mundial.
Diuof llamó la atención sobre el hecho de que los recursos destinados a sostener la agricultura y la ganadería en los países pobres y en desarrollo haya caído en los últimos años --hoy representa sólo el 3 por ciento de la ayuda al desarrollo mundial, cuando en 1980 representaba un 18 por ciento-- por lo que instó a la comunidad internacional a "movilizar recursos adicionales" en ese sentido.
El director de la FAO saludó la decisión de la UE de destinar 1.000 millones de euros para ayudar a los productores agrícolas del tercer mundo, pero advirtió de que la financiación en este campo aún dista mucho de estar a la altura de las necesidades.
RIESGO DE UN NUEVO AUMENTO DE LOS PRECIOS
También alertó de que la caída del precio de los alimentos registrada desde junio no debe interpretarse como el "final" de la crisis alimentaria, porque la contracción de los precios, unida a la "incertidumbre económica" podría "desalentar" las inversiones de algunos agricultores.
Y si la siembra de la próxima campaña se reduce, volvería a producirse un "brusco" aumento de los precios, quizás incluso más fuerte que el registrado en 2007 y 2008.
Diouf concluyó su intervención esperando que en estos dos días de reuniones en Madrid se anuncien "contribuciones concretas" para luchar contra el hambre porque, subrayó, el desafío al que se enfrenta la comunidad internacional no consiste sólo en alimentar a casi 1.000 millones de hambrientos, sino en garantizar el sustento a los 9.000 millones de ciudadanos que se prevé que poblarán el mundo en 2050, para lo que será necesario "duplicar la producción agrícola mundial".
A la reunión de Madrid asisten representantes de 120 países con el objetivo de llamar la atención de nuevo sobre la crisis alimentaria y diseñar, junto a organismos internacionales y la sociedad civil, una nueva 'hoja de ruta' para luchar contra el aumento de los hambrientos en el mundo como consecuencia de la subida del precio de los alimentos.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la clausurarán mañana.