ROMA, 10 Mar. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -
El Senado italiano aprobó este miércoles definitivamente la ley sobre el 'legítimo impedimento', la nueva norma que ha ideado el Gobierno italiano para proteger al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y a sus ministros de la Justicia.
La votación fue sometida a una votación de confianza con el objetivo de acelerar el debate en la Cámara Alta, que se pronosticaba especialmente arduo tras la presentación de alrededor de 1.700 enmiendas por parte de la oposición. Ésta rechaza la norma por considerar que se trata de "la enésima ley 'ad personam'".
Al final, el texto fue aprobado en tiempo récord con 169 votos a favor, 126 contrarios y tres abstenciones, convirtiendo así en ley la norma que hace poco más de un mes había sido aprobada por la Cámara de los Diputados.
Igual que ocurrió en esa ocasión, la votación se desarrolló en medio de un gran alboroto. Además de las acaloradas intervenciones de los senadores de una y otra parte, los miembros de Italia de los Valores (IDV), por ejemplo, se presentaron con una camiseta en la que se leía 'Berlusconi, hazte procesar'. Además, entregaron pequeños ejemplares de la Constitución al presidente del Senado, Renato Schifani.
El objetivo principal de la nueva norma es facilitar que Berlusconi y los ministros de su Gobierno puedan alegar el 'legítimo impedimento' relacionado con sus funciones públicas para suspender las audiencias de los procesos judiciales que han sido iniciados contra ellos.
La ley ha sido ideada para "dejar que el presidente del Consejo de Ministros y los ministros desarrollen con serenidad las funciones a ellos atribuidas por la Constitución", señala el texto.
En realidad, se trata de una norma "puente", ya que estará en vigor sólo durante 18 meses, a la espera de que el Gobierno logre aprobar una ley de inmunidad constitucional.
En 2008, poco después de que Berlusconi llegara al poder, el Parlamento aprobó una norma de inmunidad que suspendió todos los juicios pendientes contra el premier. Sin embargo, un año después, la ley fue abrogada por la Corte Constitucional y desde entonces, Berlusconi ha centrado todos sus esfuerzos en aprobar nuevas normas que le permitan evitar los tribunales.