DAMASCO, 7 May. (Reuters/EP) -
Más de catorce millones de sirios están llamados este lunes a las urnas para elegir a los miembros de la Asamblea Popular conforme a la Constitución aprobada el pasado mes de febrero, en unas elecciones legislativas que se celebran en el marco de la profunda crisis política que vive el país desde marzo de 2011 y a la que pretende poner fin el plan de paz del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan.
Según informa la agencia de noticias SANA, los 152 centros de votación instalados en el país han abierto sus puertas a las 7.00 horas (6.00 horas en España) y las cerrarán a las 22.00 horas (21.00 horas) para que 14.788.644 sirios, incluidos los expatriados, elijan 250 nombres entre los 7.195 candidatos que aspiran a ocupar un escaño en 15 circunscripciones electorales.
El ministro de Información, Adnan Mahmoud, ha asegurado que los comicios se celebrarán en una "atmósefera democrática", con pluralismo político y libertad de prensa, al tiempo que ha recordado que estarán supervisadas por el Alto Comité Electoral, conforme a lo establecido en la nueva Ley Electoral.
En la misma línea, el asistente del Ministerio del Interior para Asuntos Civiles, el general de brigada Hassan Jalai, ha indicado que el Gobierno ha adoptado las medidas necesarias para que la jornada electoral transcurra con normalidad en todos los centros de votación.
Para dar fe de ello, SANA informa de que la televisión siria conectará en directo con más de 50 centros de votación en todo el país, a lo que hay que sumar la presencia de más de 200 periodistas de medios de comunicación.
En la actual Asamblea Nacional no hay representantes de la oposición, lo que proporciona al presidente sirio, Bashar al Assad, un Parlamento flexible a sus deseos y, en general, a los de la familia gobernante.
Algunos candidatos han expresado su confianza en que el presidente cumpla su palabra y conceda al Parlamento el papel que merece. "Nosotros creemos que podemos convertir la elección en el comienzo de un proceso político", ha dicho el político independiente Qadri Jameel.
En cambio, la oposición, que lleva 14 meses protestando y luchando en las calles contra el Gobierno de Bashar al Assad, ha denunciado que estas elecciones son una farsa para calmar los ánimos de la comunidad internacional, que mira con preocupación la escalada de violencia en Siria.
"No importa quien vote. Es una elección manipulada, contra la voluntad de los sirios y sin participación popular. El Parlamento no tiene ningún poder en el país", ha dicho el líder del Movimiento para Construir un Estado, Louay Hussein.
Las elecciones se producen en el marco del alto el fuego que entró en vigor el pasado 12 de abril como parte del plan de paz de Annan y que, según han denunciado oposición y Gobierno, se ha violado en múltiples ocasiones, aunque los primeros acusan de ello a las fuerzas de seguridad y los segundos a los grupos terroristas.
Un total de 50 miembros de la Misión de Observación de la ONU se encuentran en el país para supervisar el cumplimiento del alto el fuego. Está previsto que a lo largo del mes lleguen a Siria hasta 300 observadores.