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MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
Al menos cinco personas han muerto y otras 77 han resultado heridas en el atentado con coche bomba que se ha producido este jueves en el barrio de Haret Hreik, un distrito del sur de Beirut considerado un bastión del partido-milicia chií Hezbolá, según un nuevo balance confirmado por la agencia oficial NNA.
El ministro de Sanidad, Ali Hassan Jalil, confirmó inicialmente el fallecimiento de cuatro personas y explicó que 67 de los 77 heridos habían sido dados de alta en las horas posteriores a la explosión, informa la cadena LBC. La agencia NNA ha añadido una quinta víctima mortal, un hombre que permanecía en paradero desconocido.
Soldados y policías han acordonado el lugar del atentado, que se encuentra en una zona densamente poblada, mientras que un grupo de expertos ha procedido a inspeccionar los restos del artefacto explosionado. El Ejército calcula que en el interior del vehículo había unos 20 kilos de explosivos.
El primer ministro, Najib Mikati, ha advertido del riesgo de que el terrorismo se extienda por el país y ha dicho que estos atentados tienen como objetivo a todos los libaneses, sin distinción. "Llamamos a todos a superar las disputas políticas" y a comprometerse con el "diálogo".
Por su parte, el ministro de Exteriores, Adnan Mansur, ha reclamado colaboración internacional para contener "el origen del terrorismo", según declaraciones recogidas por la televisión Al Arabiya.
Fuentes de Hezbolá citadas por la cadena LBCI han señalado que ninguno de los dirigentes del partido ha sido objeto del atentado, si bien la oficina política de la formación se encuentra cerca del lugar de los hechos.
El 'número dos' de Hezbolá, Naim Qassem, ha asegurado que el objetivo de la bomba era la "gente de a pie" y no el partido-milicia y ha instado a dar una "respuesta" consensuada al ataque. En este sentido, ha llamado al "entendimiento político" y a la "rápida formación de un gobierno de unidad nacional", según el portal Naharnet.
ESCALADA DE VIOLENCIA
El verano pasado, varias bombas estallaron en bastiones de Hezbolá en el sur de Beirut y junto a dos mezquitas suníes en la ciudad de Trípoli. La Embajada iraní en la capital también sufrió un atentado en noviembre, en un contexto de creciente violencia sectaria por la división generada a raíz del conflicto sirio.
El secretario general de la ONU, Ban Kik Moon, ha lamentado en un comunicado la "peligrosa escalada de violencia" en la que ha entrado Líbano y ha pedido "contención" a todas las partes --"especialmente al Ejército y a las fuerzas de seguridad"-- en aras de la "estabilidad" del país.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas también ha difundido una norta en la que ha afirmado que "el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, constituye una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internaiconales". El órgano ha apelado a la "unidad nacional" para estabilizar Líbano.