MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El uso de minas antipersonas por grupos armados no estatales y las víctimas que ocasionan estos artefactos han alcanzado las cifras más altas de los últimos nueve años, según el último informe publicado este jueves por la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona (ICBL, por sus siglas en inglés).
"Mientras que el mundo ha hecho grandes progresos, el año pasado fue testigo de la vuelta a atrás respecto al uso de las minas terrestres y las víctimas que causaron", ha lamentado el responsable del informe 'Landmine Monitor' de 2015, Jeff Abramson. "Es necesario limpiar los campos minados que quedan de la forma más rápida posible", ha añadido.
Según el informe, desde 2014 hasta 2015 se utilizaron minas en al menos diez países (Afganistán, Colombia, Libia, Birmania, Pakistán, Siria, Yemen, Irak, Túnez y Ucrania), alcanzando la cifra más alta desde 2006.
"El nuevo uso de minas por parte de grupos armados en los conflictos de Ucrania y Yemen y el continuo uso a gran escala en Afganistán e Irak son muy preocupantes", ha asegurado el investigador de Human Rights Watch y editor del informe, Marcos Hiznay.
DIEZ VÍCTIMAS DIARIAS
En 2014 la cifra total de víctimas por minas y otros restos explosivos de las guerras alcanzaron las 3.678, frente a las 3.308 registradas en 2013. El año pasado, los niños representaron el 39 por ciento de las víctimas en los casos en los que se conocía la edad. En los casos en los que se conocía el sexo de las víctimas, el 12 por ciento fueron mujeres y niñas, cifras similares a las de 2012 y 2013.
Esta media de diez víctimas diarias está muy por debajo de las 25 registradas en 1999, año en el que se firmó un acuerdo, a día de hoy aprobado por 162 países, por el que se prohibía el uso de minas antipersona y de artefactos explosivos improvisados (IEDs).
A pesar de que este tratado hoy funciona como ley internacional, fuerzas gubernamentales de países como Birmania, Corea del Norte y Siria siguen haciendo uso de estas armas, según el informe.
"Este aumento de las bajas tras tantos años, ha puesto de manifiesto la necesidad de salvaguardar los principios del Tratado de Prohibición de Minas, tanto durante como después del conflicto", ha afirmado otro de los responsables de 'Landime Monitor', Loren Persi.
MENOS INVERSIONES PARA LA LIMPIEZA DE LAS MINAS
A día de hoy, 57 países (33 de ellos forman parte del tratado) y otras cuatro zonas (Kosovo, Nagarno-Karabakh, Somalilandia y Sáhara Occidental) están contaminados por minas, según el ICBL.
Países donantes y afectados contribuyeron en 2014 con 610 millones de dólares (574 millones de euros) para continuar con las labores de limpieza en estas zonas, una inversión de 30 millones menos que la conseguida en 2013 y mucho menor que la obtenida en 2012, cuando alcanzó la cifra récord de 681 millones de dólares (641 millones de euros).
En 2014, a pesar de la menor inversión se limpiaron 200 kilómetros cuadrados, más que los 185 kilómetros cuadrados que se limpiaron en 2013, y se destruyeron más de 230.000 minas antipersonas.
"El ritmo de limpieza, sin embargo, ha estado por detrás del objetivo fijado el año pasado", ha declarado la enlace gubernamental y gestora de políticas de ICBL, Amelie Chayer. "De los 33 estados miembros que han confirmado la presencia de minas, se ha concedido una prórroga a 27 de ellos, aunque parece que solo tres van a cumplir el plazo de limpieza", ha añadido.