SÍDNEY 1 May. (EUROPA PRESS) -
El jefe del crimen organizado australiano Carl Williams fue enterrado ayer viernes en presencia de sus familiares tras fallecer el pasado 19 de abril de un ataque cardíaco tras ser atacado en la cárcel --donde cumplía una triple cadena perpetua por otros tantos asesinatos-- por un preso armado con el manillar de una bicicleta estática.
Williams, dentro de un ataúd de oro macizo valorado en 34.000 euros y vestido con sus tejanos favoritos, fue despedido en la Iglesia de Santa Teresa (Essendon, Victoria) rodeado de sus compañeros mafiosos y de decenas de agentes de policía, según informó el diario austrialiano 'The Herald Sun'.
Entre sus allegados destacó la presencia de su ex mujer y madre de su hija Dhakota, Roberta Williams, que compareció en una limusina Hummer blindada, y que no pudo contener las lágrimas cuando llegó el momento de recordar la memoria de Williams al ritmo de la canción Simply The Best, de la cantante estadounidense Tina Turner. En su elegía de despedida, Roberta emocionó a los asistentes al recordar cómo su ex marido no dudó en acoger a sus tres hijos de un anterior matrimonio como "si fueran suyos".
"Me devolviste la confianza y la autoestima después de que me la arrebataran años atrás", dijo Williams. Danielle, una de las hijas de una relación anterior de Roberta, recordó a su padrastro con cariñosas palabras: "Cuando se me cayó el primer diente, recuerdo que me diste 500 dólares. Estabas borracho como una cuba". Su hija común, Dhakota, portó durante todo el funeral una fotografía de su padre y acompañó el ataúd hasta el cementerio como parte del cortejo fúnebre.
La despedida del mafioso adoptó un extraño giro durante el entierro del ataúd, cuando las hermanas del fallecido ordenaron que el féretro fuera depositado "a la de una, a la de dos, dos y medio, tres". Después, su hija arrojó a su tumba su muñeco favorito. Otro de los presentes hizo lo mismo con otro muñeco de plástico "booblehead". Sus restos mortales descansarán cerca de la tumba del conocido "ejecutor" del crimen organizado, 'Benji' Veniamin.
Sin embargo, la ceremonia estuvo a punto de verse alterada por la presencia de un imitador de la conocida matriarca del crimen australiano Judy Moran, cuyo marido Lewis y su hijo Jason fueron asesinados por orden de Williams. El imitador hizo acto de presencia acompañado por una enorme urna de cenizas que transportaba en un carrito.