El Gobierno advierte de que en ningún caso se permitirá la llegada al país por mar de manera ilegal
MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno australiano ha lanzado en los últimos días una agresiva campaña de publicidad con la que busca disuadir el tráfico de personas hacia sus costas y advertir a aquellos que aspiran a llegar hasta ellas de que no conseguirán que Australia se convierta en su nuevo "hogar". El contundente mensaje empleado para ello ha generado críticas de grupos de defensa de los Derechos Humanos.
La campaña, que se ha elaborado en 17 idiomas, está dirigida tanto a los inmigrantes que ya residen en territorio australiano, para que adviertan a sus familiares y amigos de la imposibilidad de unírseles, como a aquellos que aspiran a realizar el peligroso viaje por mar para llegar hasta el país.
Para ello, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras ha elaborado un cartel en el que, en la versión para los aspirantes a inmigrantes se advierte: "De ningún modo. No lograréis que Australia sea vuestro hogar" (No way. You will not make Australia home) y se deja claro que "el Gobierno de Australia ha aprobado las leyes más duras contra la inmigración de la historia".
Este mismo mensaje se repite en el resto de lenguas: albanés, árabe, bahasa, bengalí, dari, farsi, hindi, kurdo, nepalí, pashtún, rohingya, cingalés, somalí, tamil, urdu y vietnamita.
El contundente eslogan está incluido dentro en una imagen de un mar embravecido en el medio del cual se puede ver una pequeña embarcación, similar a las que usan los inmigrantes que desde Asia tratan de llegar hasta Australia, en problemas.
OPERACIÓN FRONTERAS SOBERANAS
La campaña se enmarca en la 'Operación Fronteras Soberanas', la iniciativa de seguridad fronteriza que está llevando a cabo el Gobierno australiano para "detener los barcos, evitar que la gente arriesgue sus vidas en el mar y preservar la integridad del programa de inmigración de Australia", precisa el Servicio de Aduanas en la web de la campaña.
Según explica, aquellos que intenten llegar por barco hasta Australia de manera ilegal no podrán instalarse en el país sino que serán interceptados y sacados de forma segura de aguas australianas o bien serán enviados a otro país para procesar "desde allí" su eventual solicitud de asilo. En ningún caso, se aclara, se tramitará su petición en suelo australiano.
"Las normas se aplican a todo el mundo: familias, niños, menores no acompañados, personas educadas y capacitadas. No hay excepciones", recalca el Gobierno, defendiendo que esta es "su política y no cambiará". Tampoco servirá de nada el tener ya a familiares en Australia.
Asimismo, se advierte a los posibles inmigrantes de que no se crean las "mentiras" que les cuenten los traficantes de personas dándoles garantías de que se instalarán en Australia. "Estos criminales robarán vuestro dinero y pondrán vuestra vida y las vidas de vuestra familia en peligro para nada", subraya.
El Gobierno australiano advierte de que los que traten de llegar hasta Australia por mar "serán enviados a otro país". "Corréis el riesgo de perderlo todo, incluida vuestra vida y las vidas de vuestra familia, si venís a Australia en barco sin un visado", incide.
Por otra parte, el Ejecutivo que dirige Tony Abbott se muestra convencido de que sus medidas de seguridad impedirán que lleguen más barcos con inmigrantes hasta sus costas. Cuando se intercepte una embarcación, sus pasajeros serán "devueltos al país del que partieron o trasladados en el plazo de 48 horas a un centro de procesamiento en Papúa Nueva Guinea o Nauru".
El Gobierno australiano ha llegado a un acuerdo con los gobiernos de estos dos países del Pacífico para que "procesen todas las llegadas marítimas ilegales". "Si se determina que no es un refugiado, serán devueltos a su país natal o a un país donde tengan derechos de residencia", aclara. Incluso en los casos en los que se determine que la persona es un refugiado, "no será acogido en Australia".
Según añade, no hay un tope máximo de inmigrantes que pueden ser enviados a Papúa Nueva Guinea y Nauru, entre los que se incluye igualmente a familias con niños y menores no acompañados. "Las instalaciones en ambos países han sido ampliadas y no hay un límite en el número de los traslados en virtud del nuevo acuerdo", asegura.
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EL GOBIERNO DEFIENDE SU ACTUACIÓN
El viernes pasado, el ministro de Inmigración y Seguridad Fronteriza, Scott Morrison, presentó el informe anual del Departamento de Inmigración y Protección Fronteriza y del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza.
"Las políticas de protección de fronteras del Gobierno están deteniendo los barcos, ahorrando miles de millones a los contribuyentes al tiempo que permite reinvertir en ambas instituciones para que puedan centrarse en su trabajo", señaló. Según precisó, se han ahorrado 2.500 millones de dólares a las arcas públicas, además de haberse incautado cuatro toneladas de drogas.