KABUL, 6 Ene. (Reuters/EP) -
Las autoridades afganas han reiterado su intención de liberar a decenas de presos detenidos en la cárcel de Bragam, incluidos 88 reclusos considerados peligrosos por Estados Unidos, a pesar de la reciente visita al país de un grupo de senadores norteamericanos para tratar precisamente esta cuestión.
La Administración de Barack Obama considera que 88 de los 650 presos que quedarán libres tras el traspaso de Bagram a las autoridades afganas suponen una seria amenaza. Washington asegura que son responsables de herir o matar a 57 afganos y 60 militares extranjeros y que deben ser juzgados.
La junta responsable de revisar estas excarcelaciones ha insistido este lunes en que no hay pruebas suficientes para mantenerlos entre rejas. "Los documentos que hemos visto hasta ahora no suponen un motivo para que permanezcan detenidos", ha explicado el responsable de este comité, Abdul Shakor Dadras, en declaraciones a la agencia Reuters.
"Nuestra decisión es liberarlos cuanto antes si no hay ninguna prueba incriminatoria contra ellos", ha añadido, en un nuevo capítulo de las crecientes discrepancias entre Kabul y Washington a cuenta del escenario actual y futuro en Afganistán.
Los senadores estadounidenses que visitaron la semana pasada Afganistán advirtieron al presidente local, Hamid Karzai, de que las excarcelaciones previstas perjudicarían las relaciones bilaterales, sin entrar a señalar posibles consecuencias concretas.