KINSHASA 22 Sep. (Reuters/EP) -
Las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC) consideran que el brote de ébola que se ha vivido en el país "ya casi ha terminado", según ha explicado este lunes el primer ministro, Augustin Matata Ponyo.
Durante los últimos días no se ha registrado ningún caso nuevo en este brote que no guarda relación con la epidemia de África occidental.
El Organismo Gubernamental de Coordinación de la Respuesta al Ébola ha dado a conocer este lunes datos con los que se demuestra que, desde el mes de agosto, se han registrado 68 casos. Previamente, cuatro casos sospechosos habían dado negativo, a lo que se añadió un nuevo caso. En total, en la República Democrática del Congo se han contabilizado 41 muertes por el brote.
"El brote de ébola en la República Democrática del Congo está a punto de llegar a su fin", ha dicho Matata Ponyo en su cuenta oficial de Twitter. "No se han registrado nuevos casos durante casi 10 días", ha añadido.
A diferencia de los Estados de África occidental, La RDC tiene experiencia en la lucha contra el ébola. Sin embargo, los trabajadores humanitarios continuarán trabajando con cautela después de que los gobiernos de África occidental restarán importancia a la amenaza del virus durante las primeras etapas de la epidemia.
Un portavoz de la ONG Médicos Sin Fronteras en Francia, que cuenta con unos 40 trabajadores de asistencia para combatir la enfermedad en la República Democrática del Congo, ha dicho que no estaba en condiciones de decir si la enfermedad estaba bajo control.
DOS BROTES DIFERENTES SIN RELACIÓN
Este brote se declaró por primera vez en la zona de Djera de la provincia de Equateur el 24 de agosto. Se diferencia de la epidemia de África occidental en que la enfermedad se encuentra en regiones distantes, con bosques muy densos y baja densidad de población.
La epidemia de África occidental comenzó en el sudeste de Guinea y el Gobierno dijo en varias ocasiones que tenía la enfermedad bajo control, sin embargo se extendió poco a poco en la capital, Conakry, y luego a la vecina Liberia y Sierra Leona. Nigeria y Senegal registran casos, pero parecen haber contenido la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud asegura que más de 2.800 personas han muerto, la mitad de todos los infectados. Los expertos dicen que el número de casos es probable que exceda de 20.000 antes de que se pueda llegar a controlar la enfermedad.