NUEVA YORK, 14 Ene. (Reuters/EP) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha criticado este jueves a las partes implicadas en el conflicto de Siria y en particular al Gobierno del presidente, Bashar al Assad, por cometer "actos atroces" y "abusos inadmisibles" contra la población civil.
Ban ha asegurado que las imágenes difundidas que muestran a varias personas muriendo de hambre en Madaya demuestran el nivel al que ha llegado la guerra, que ya había alcanzado una grave e impactante "inhumanidad". "Déjenme ser claro: el uso del hambre como arma de guerra es un crimen de guerra (...). Yo diría que están retenidos como rehenes, pero es algo peor. Los rehenes son alimentados", ha explicado Ban a los periodistas.
El pasado lunes llegaron los convoyes de ayuda enviados a Madaya y a dos localidades chiíes, algo que no ocurría desde hace varios meses. Madaya está sitiada por las fuerzas del Gobierno sirio, mientras que las dos localidades chiíes de la provincia de Idlib están rodeadas por grupos rebeldes.
"Todos los bandos, incluido el Gobierno sirio, están cometiendo actos atroces prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario", ha añadido Ban, y ha asegurado que los equipos de la ONU que han viajado a Madaya han visto "escenas que asustan al alma".
Ban ha explicado que unos 400 hombres, mujeres y niños en Madaya sufrían malnutrición y otras condiciones que les ponen en riesgo de muerte. También ha asegurado que estas personas necesitaban atención médica inmediata o incluso ser evacuados de la ciudad.
Unas 400.000 personas en Siria permanecen asediadas, alrededor de la mitad en áreas controladas por Estados Islámico, otras 180.000 en zonas bajo control de las fuerzas del Gobierno sirio y otras 12.000 en áreas dominadas por grupos rebeldes, ha asegurado Ban.
"En 2014, la ONU y sus socios fueron capaces de repartir comida a en torno al cinco por ciento de las personas en las áreas asediadas. Hoy, estamos llegando a menos de un uno por ciento. Esto es totalmente inconcebible", ha opinado.
También ha instado a las potencias mundiales y regionales, en especial el Grupo de Apoyo Internacional sirio, que presionen a las partes involucradas en el conflicto para permitir la distribución de la ayuda humanitaria y para terminar con el uso indiscriminado de armas en las zonas en las que residen civiles.