MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una bebé de tres meses y su abuelo de 73 años han muerto este domingo en una operación militar turca contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el distrito Cizre, provincia de Sirnak, en el sureste de Turquía de mayoría kurda. Cizre se encuentra bajo toque de queda desde el 14 de diciembre. Los kurdos acusan a las fuerzas de seguridad del incidente, mientras que fuentes oficiales señalan al PKK como responsable.
La niña, Miray, recibió un disparo en la cabeza cuando iba en brazos de su tía en la noche del viernes cuando bajaban por unas escaleras abiertas de un edificio tras visitar a unos familiares del mismo bloque. "Creíamos que había muerto, pero se puso a llorar", ha relatado su tío, Abdurrahman Ince, en declaraciones a la agencia de noticias turca Cihan.
El disparo procedía de un vehículo blindado de las fuerzas turcas, asegura el diputado del Paritdo Democrático de los Pueblos (HDP, prokurdo) Faysal Sariyildiz. Sin embargo, la agencia de noticias oficial, Anatolia, sostiene citando fuentes de las fuerzas de seguridad que los disparos fueron efectuados por milicianos del PKK.
La zona se encuentra bajo toque de queda y hay zanjas y barricadas, por lo que la ambulancia no pudo acceder mas que hasta el comienzo de la calle donde estaba la casa. "Llamamos al 112 y nos dijeron que enviarían una ambulancia si se daban las condiciones de seguridad. Entonces llamamos al 155 (línea de emergencias de la Policía) y nos dijeron que teníamos que llevar al bebé hasta la ambulancia mostrando una bandera blanca", ha explicado Ince.
"Entonces mi padre y los padres de la niña la sacaron llevando una tela blanca, pero les dispararon antes de que pudieran llegar a la ambulancia y las balas le dieron al bebé, a mi padre y a la madre de la niña. La niña murió en el acto. Mi padre y la madre del bebé fueron llevados a un hospital y allí murió mi padre ya por la mañana", ha indicado el tío de la niña.
CONDENA DEL HDP
El HDP ha denunciado la muerte de la niña y su abuelo "por disparos de francotiradores de la Policía" y ha pedido el fin de los toques de queda impuestos en varias regiones del sureste de Turquía de mayoría kurda.
"Meray nació durante un toque de queda, hace tres meses. Ahora ha muerto durante este toque de queda. Esto es lo que merecen nuestros hijos, según ellos", ha denunciado a través de Twitter el diputado del HDP Faysal Sariyildiz.
Desde el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP), su vicepresidente Mehmet Alí Sahin ha advertido de que el HDP podría ser ilegalizado si apoya el terrorismo. "Distánciense del terrorismo. De lo contrario, el sistema democrático de Turquía aunque sea fuerte, no les llevará más a sus espaldas", ha asegurado.
Así, ha criticado la postura del HDP, que habría propiciado su ilegalización "en cualquier país democrático". "Le pido al (copresidente del HDP, Selahattin) Demirtas y a los dirigentes del HDP que respeten el orden democrático de Turquía. Un partido político que apoya abiertamente a organizaciones terroristas no puede ser permitido en un país de la UE con la democracia más fuerte", ha advertido.