BRUSELAS, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Bélgica toma este jueves el relevo de España en la presidencia de turno de la Unión Europea en una situación de inestabilidad política que el primer ministro belga en funciones, Yves Leterme, descarta que tenga consecuencia alguna en los trabajos del semestre.
Aunque es probable que no haya un nuevo Ejecutivo federal al menos hasta octubre, el programa de la presidencia ha sido preparado desde hace dos años en cooperación con los gobiernos de las regiones, comunidades y todos los actores del complejo panorama político belga. Además, no es la primera vez que Bélgica asume las riendas de la UE en las mismas circunstancias, algo que ya pasó en el primer semestre de 1987.
Hoy será la duodécima ocasión en la que Bélgica ocupa la presidencia rotatoria del Consejo, aunque será la primera que lo haga bajo el Tratado de Lisboa, que cede necesariamente protagonismo a las nuevas figuras del presidente permanente del Consejo, el belga Herman Van Rompuy, y la Alta Representante para la Política Exterior, Catherine Ashton.
De hecho, Leterme se propone aplicar "la letra y el espíritu" del nuevo Tratado inscribiendo así el semestre belga en la "continuidad" institucional iniciada por la presidencia española.
Por lo que respecta a las prioridades, se busca en primer lugar el regreso a la senda del crecimiento económico sostenible y la estrategia de la salida de la crisis. En el ámbito financiero, el acento se pondrá en lograr la estabilidad y es intención de la presidencia entrante hacer todo lo posible para que vea la luz la agencia europea de supervisión y la reglamentación sobre los fondos especulativos (hedge funds).
La continuidad se verá igualmente en las iniciativas heredadas de la presidencia española, dado que a Bélgica le tocará, entre otras cosas, poner en marcha el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) tras el acuerdo alcanzado entre las tres instituciones comunitarias sobre su funcionamiento y organización.
En política exterior se espera seguir adelante en el proceso negociador con Turquía "si se dan las condiciones" y, con más optimismo, avanzar "rápida y eficazmente" en la incorporación de Islandia, así como continuar el diálogo con los Balcanes Occidentales.
La diplomacia belga también apuesta por mejorar la capacidad de reacción de la UE ante catástrofes naturales como el terremoto de Haití, los incendios que cada verano arrasan los países mediterráneos o las inundaciones recientes de Polonia y Francia.
Este viernes día 2 tendrá lugar el tradicional encuentro entre la Comisión Europea y el Gobierno belga para oficializar el relevo al frente de la presidencia rotatoria del Consejo. Al acto acudirá el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, que hoy calificaba la tarea acometida durante el semestre español de "ardua, compleja e interesante" llena de "desafíos y retos".
"Pero con trabajo, respeto y mucho sentimiento europeísta se ha tratado de mantener la dirección y el rumbo europeo hacia un futuro mejor, que era lo que nos fijamos al iniciar el semestre de la presidencia", resumió el jefe de la diplomacia española.