YAKARTA/MAUNGDAW (BIRMANIA), 3 (Reuters/EP)
La Marina de Birmania ha llevado este miércoles hasta la costa del estado de Rajine, en el oeste del país, el barco con más de 700 inmigrantes que fue interceptado el pasado viernes cuando navegaba por el mar de Andamán.
El pesquero con 727 inmigrantes a bordo fue encontrado en el mar de Andamán el viernes y la Marina birmana lo ha estado escoltando en los últimos días hasta decidir llevarlo a la costa este miércoles para desembarcar a todas las personas que estaban a bordo.
Decenas de inmigrantes se han quedado sentados en el lugar en el que les han desembarcado, cerca de la localidad de Maungdaw, próxima a la frontera con Bangladesh, según ha informado un testigo consultado por Reuters.
Algunos de los inmigrantes se han reunido en un almacén próximo y todos han estado vigilados por un despliegue de varias decenas de agentes de Policía, según han relatado testigos de lo sucedido, que han asegurado, además, que no había personal humanitario en el lugar del desembarco.
Muchos de los más de 4.000 inmigrantes que han llegado a Indonesia, Malasia, Tailandia y Birmania desde que el Gobierno tailandés lanzó una ofensiva contra las redes de tráfico de inmigrantes son musulmanes rohingyas que huyen de la persecución en su país. No se ha concretado de qué nacionalidad son los inmigrantes que han sido desembarcados este miércoles. Las autoridades de Birmania han afirmado que son en su mayoría bangladeshíes.
Las autoridades de Birmania afirmaron el pasado mes de mayo que los más de 200 inmigrantes que interceptaron cuando navegaban en otro buque eran personas que habían huido de Bangladesh por motivos económicos. Sin embargo, varias entrevistas realizadas por Reuters señalaron que había más de 150 musulmanes rohingyas en ese barco que fueron desembarcados por traficantes antes de que llegara el buque a la costa.
Birmania no reconoce como ciudadanos a los 1,1 millones de musulmanes rohingyas, a los que sitúa como apátridas. Muchos de ellos salen del país porque viven en condiciones similares a la de un apartheid en el estado de Rajine. Las autoridades de Birmania sostienen que no les discriminan.
El presidente estadounidense, Barack Obama, subrayó este lunes que Birmania tiene que poner fin a la discriminación de los rohingyas si quiere tener éxito en su transición a la democracia. Los políticos birmanos están centrados en las elecciones convocadas para noviembre.