ISRAEL, 18 Ago. (Reuters/EP) -
La Policía israelí impidió este domingo que más de 200 manifestantes israelíes de extrema derecha se precipitasen sobre los invitados de una boda entre una mujer judía, Maral Malka de 23 años, y un hombre musulmán, Mahmoud Mansour de 26. Los contrarios a la boda gritaban "muerte a los árabes" en el marco de las tensiones producidas durante la guerra de Gaza.
Varias docenas de policías, entre los que se encontraban miembros de las unidades de élite, formaron cadenas humanas para mantener a los manifestantes alejados de la celebración. Cuatro de ellos fueron arrestados pero no hubo heridos.
La abogada de la pareja había intentado, sin éxito, lograr una orden judicial que impidiera la protesta. Pese a no lograrla, obtuvo el respaldo de los agentes para mantenerla a 200 metros del lugar de celebración.
La protesta pone de manifiesto las tensiones existentes entre judíos y árabes en medio de la guerra de Gaza, que estalló hace ya más de un mes.
Lehava, el grupo que organizó la manifestación contra la boda, ha acosado a parejas formadas por árabes y judíos en el pasado. Alegan razones religiosas en su objeción a los matrimonios mixtos. Aunque pocas veces se han concentrado en el mismo lugar y momento en el que tiene lugar la boda.
El novio declaró a la televisión israelí que la presencia de los manifestantes no logró arruinar la boda. "Vamos a bailar y a celebrarlo hasta que salga el sol. Estamos a favor de la convivencia", dijo.
"MUERTE A LOS ÁRABES"
Los contrarios a la boda eran chicos jóvenes con camisas negras, según contó la novia. Ella nació judía y se convirtió al Islam antes de la boda, por lo que los manifestantes la consideran "una traidora contra el Estado judío".
Por la otra parte, un pequeño grupo de israelíes llevaron a cabo una contraprotesta cerca de la celebración, en ella destacaba la presencia de flores, globos y un cartel que decía: "el amor lo conquista todo".
El presidente israelí, Reuven Rivlin, quien prestó juramento el mes pasado para suceder a Shimon Peres, criticó y calificó la protesta como "un motivo de indignación y preocupación" en un mensaje de su Facebook.
"Tales expresiones socavan las bases de nuestra convivencia aquí, en Israel, un país que es a la vez judío y democrático", continuó Rivlin, miembro del bloque del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Los ciudadanos árabes constituyen aproximadamente el 20 por ciento de la población de Israel y la gran mayoría de ellos son musulmanes.
Muchas parejas israelíes que se casan fuera de su fe lo hacen en el extranjero.
El padre de Malka, Yoram Malka, dijo en la televisión israelí que él se opone a la boda, a la que calificó como "un acontecimiento muy triste". Confesó estar enfadado porque su hija se hubiera convertido al Islam. Del que es ahora su yerno, dijo, "mi problema con él es que es un árabe."