GINEBRA 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una delegación de indígenas bolivianos denunció ayer ante la ONU en Ginebra, la matanza cometida el pasado 11 de septiembre en el departamento boliviano de Pando, y pidió una investigación y el castigo de los responsables.
Durante una rueda de prensa, Nora Montero, superviviente de ese ataque, pidió justicia para las víctimas. "Han matado a niños sin culpa ninguna, los han quemado", explicó y añadió que vio como subieron los cadáveres de más de 20 personas, entre niños, mujeres y hombres, a los camiones para transportarles a sitios que desconocen.
Asimismo agregó que, hasta el momento, no se sabe cuántos ni quiénes continúan desaparecidos a raíz del enfrentamiento. "Voy a mencionar el nombre de mi esposo. Se llama Bernardino Racua, quien perdió la vida en esta masacre, defendiendo la democracia del país boliviano y la igualdad. Y me he quedado viuda y mis diez hijos en la orfandad", puntualizó Montero.
Por su parte, el vicepresidente del Centro Indígena del Oriente Boliviano, Pedro Nuni, señaló que la situación en la zona sigue siendo tensa, y muchos dirigentes viven en la clandestinidad porque temen por sus vidas, informó el centro de noticias de la ONU.
Nuni añadió que los autores materiales de la matanza eran sicarios extranjeros e instó a los Gobiernos de Brasil y Perú que no los protejan y los entreguen a las autoridades bolivianas para ser juzgados en Bolivia. "Queremos pedir que realmente se pueda apoyar a las víctimas, a las familias que han sido afectadas de estas cruentas masacres en el departamento de Pando", puntualizó.