LONDRES, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, Gordon Brown, condenó el asesinato anoche de un policía norirlandés en el Ulster y aseguró, como ya hiciera ayer tras visitar la base atacada el sábado en la provincia, que no se volverá "a los viejos tiempos" en Irlanda del Norte. Este último ataque aún no ha sido reivindicado por ningún grupo.
"Se trata de asesinos que están intentando distorsionar, perturbar y destruir un proceso político que está funcionando para la población y para Irlanda del Norte", subrayó Brown, asegurando que pese a los últimos acontecimientos la provincia "no volverá a los viejos tiempos". Asimismo, prometió que "no se permitirá" que los pistoleros "minen el proceso político".
El policía asesinado anoche en la localidad norirlandesa de Craigavon participaba junto a otros agentes en una patrulla no ordinaria en la que estaban investigando posibles actividades de paramilitares en la zona, según informaron fuentes policiales de Irlanda del Norte consultadas por Europa Press.
El suceso tuvo lugar poco antes de las 21:00 (hora local) y no produjo ningún herido. El Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) ya ha abierto una investigación sobre los hechos, si bien horas después se desconocían circunstancias exactas y autoría. Este es el primer asesinato de un agente de Policía en el Ulster desde 1998 y el fallecido es el primer miembro de la PSNI en ser asesinado desde que esta fuerzas se creó en 2001.
El comisario jefe de la Policía norirlandesa, Sir Hugh Orde reconoció que "es un día triste para el servicio de policía de Irlanda del Norte". Según Orde, los autores del ataque son "criminales psicópatas". "Esto nos recuerda que un pequeño grupo de personas determinadas en destruir lo que es un enorme progreso político se están convirtiendo en más peligrosas", afirmó.
Según el máximo responsable policial, todavía es demasiado pronto para identificar a los autores de este nuevo ataque. "Esto no hará que yo o mis agentes abandonemos el servicio que hacemos a la comunidad y a la que se nos paga por proteger", aseguró.
En cuanto a si los autores de esta nueva muerte estarían relacionados con el ataque del sábado, reivindicado por el IRA Auténtico, el comisario no quiso pronunciarse pero consideró que con ello se les da "un crédito que no merecen". En su opinión, se trata de "grupos dispares, mal infiltrados y que muchos de los cuales están a la espera de juicio tanto al norte como al sur de la frontera".
El ataque de anoche también ha sido condenado por el primer ministro irlandés, Brian Cowen, quien expresó su "tristeza" por la muerte del agente "mientras estaba cumpliendo con su labor de servir a la comunidad en Craigavon". "Como los asesinos de Antrim --donde estaba la base militar atacada el sábado--, este cruel crimen es un ataque al pueblo irlandés y a la paz en la que hemos trabajado tan duro", señaló en un comunicado.
"La población y todos sus representantes democráticos rechazan esta violencia y superarán a la minoría maligna y sin representación que quieren arrastrarnos de nuevo al pasado", aseguró Cowen. "La violencia y el odio no triunfarán sobre la paz y la democracia. Este es un momento de tristeza, pero también de solidaridad", concluyó.