PHONM PENH 17 Sep. (Reuters/EP) -
Camboya ha desplegado este miércoles a las tropas en la capital ante las protestas de los trabajadores del textil para retomar la campaña por unos salarios más elevados.
Alrededor de 500 trabajadores de este sector se han manifestado en un barrio industrial de Phnom Penh para pedir una subida del salario mínimo, de los 100 dólares (unos 77 euros) a los 177 (alrededor de 136 euros). Según los testigos, soldados armados con rifles de asalto se han presentado en el lugar y helicópteros del Ejército han sobrevolado la zona.
Además, se han desplegado cerca de 100 policías en las zonas económicas de la provincia de Svay Rieng, en la frontera con Vietnam, donde los trabajadores también se han congregado, según ha confirmado el presidente de la Unión Colectiva del Movimiento de los Trabajadores, Pav Sina.
"¿Por qué está nuestro Gobierno tan asustado de nuestra gente, en especial de la gente que solo está protestando para ganar un salario básico?", ha dicho el director del grupo pro Derechos Humanos Licadho, Naly Pilorge. Desde Licadho también han informado del arresto de dos líderes sindicales.
A pesar de que el crecimiento del sector textil se ha convertido en una pieza clave de la economía camboyana, también ha supuesto un problema para el primer ministro, Hun Sen. El textil ha creado al menos medio millón de trabajos y genera 5.000 millones de dólares anuales (3.858 millones de euros), sin embargo, se producen frecuentes protestas que han puesto a prueba la paciencia del Gobierno.
Las huelgas, en especial las prolongadas, ponen en riesgo los pedidos de las firmas que subcontratan a las fábricas camboyanas como Gap, Nike, H&M y Zara. "Queremos enviar a todos nuestros compradores el mensaje de que ellos deben darnos un salario básico", ha dicho el presidente de la Unión Democrática de Trabajadores del Textil de Camboya, Ath Thon.
VIOLENTAS MEDIDAS
El sector del textil de Camboya compite con el de China y Vietnam, aunque los bajos salarios han atraído a las marcas al país. Sin embargo, las quejas sobre las condiciones laborales y las medidas tomadas por las fuerzas de seguridad en enero, que mataron a al menos cinco personas, podrían dañar la reputación de las marcas.
Mientras Camboya da imagen de inestabilidad, Birmania ofrece generosas tasas para las manufacturas y Vietnam, que exportó 18.000 millones de dólares procedentes del textil, negocia una serie de tratos globales para recortar tarifas.
Ath Thon ha informado de que este miércoles se realizaran distintas actividades sindicales en las embajadas de Camboya y en las tiendas que venden prendas fabricadas en Camboya. IndustriALL, que representa a 50 millones de trabajadores en 140 países, dice que las actividades de la campaña se han desarrollado en Australia, Bélgica y Suiza.
"Entienden que el sector textil de Camboya ha victimizado a muchos trabajadores y cuando no pueden recibir el salario básico, protestan y les matan", ha asegurado Thon, que ha añadido que 400.000 camboyanos del sector textil han participado en la campaña.
PROBLEMA POLÍTICO
La disputa por los salarios se solucionó antes de las elecciones del año pasado, cuando la Asociación de Manufactureros del Textil acordó elevar de manera gradual el salario hasta los 160 dólares (123 euros) para 2018.
El Partido de Rescate Nacional de Camboya (PRNC), en la oposición, prometió elevar la cifra. El PRNC logró así el apoyo de los sindicatos textiles durante sus meses de protestas callejeras para pedir una nueva vuelta en julio de 2013 ante una supuesta manipulación del partido en el poder.
El PRNC llegó a un trato con el Partido del Pueblo de Camboya hace dos meses para acabar con un año de boicot parlamentario y desde entonces han mantenido una frágil tregua, aunque no está claro si el PRNC va a respaldar la última campaña de salarios.