El canciller austriaco compara el trato dado por Hungría a los refugiados con el nazismo

BERLÍN, 12 Sep. (Reuters/EP) -

El canciller de Austria, Werner Faymann, ha criticado la gestión del Gobierno de Hungría en relación a la crisis de refugiados y ha equiparado los traslados en tren con los llevados a cabo por el régimen nazi durante el Holocausto.

"Subir a refugiados en trenes para enviarlos a un lugar completamente diferente al que se piensan que van me recuerda el capítulo más oscuro en la historia del continente", ha dicho Faymann, en una entrevista con el semanario alemán 'Der Spiegel'.

El 3 de septiembre, un grupo de inmigrantes se subió en un tren en Budapest creyendo que se dirigía a la frontera con Austria, pero el convoy se detuvo a 35 kilómetros de la capital, en Bicske, donde las autoridades húngaras habían instalado un campamento. La Policía antidisturbios obligó a los refugiados a descender de los vagones.

Faymann ha criticado al primer ministro húngaro, Viktor Orban, por perseguir únicamente una política de disuasión y actuar "irresponsablemente" al considerar inmigrantes económicos, y no refugiados, a todas las personas que han llegado a Europa a lo largo de los últimos meses.

También ha reprochado que haya gobiernos que pretendan distinguir a los refugiados en función de su credo, de si son cristianos o musulmanes. "Dividir los Derechos Humanos en función de la religión es inaceptable", ha subrayado el canciller austriaco.

APLAUSO A MERKEL

Faymann, en cambio, ha aplaudido la respuesta dada por su homóloga alemana, Angela Merkel, y ha destacado que ha sabido actuar de forma "rápida y correcta" al mantener las fronteras abiertas a quienes querían entrar en el país.

La semana pasada, los gobiernos de Austria y Alemania acordaron permitir la entrada en su territorio del flujo masivo de refugiados, sin tener en cuenta la normativa europea que obliga al solicitante de asilo a presentar la documentación en el primer Estado miembro de la UE al que llega.

En los últimos días, has autoridades austriacas han cerrado parcialmente una autopista que llega a Viena desde la frontera húngara por razones de seguridad y han interrumpido el tráfico ferroviario con el país vecino por la "masiva" saturación del servicio.