WASHINGTON 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
La casa del secuestrador de Cleveland, Ariel Castro --donde tres mujeres fueron retenidas durante más de diez años-- ha sido derribada este miércoles ante una de sus víctimas, Michele Knight, y una multitud de espectadores y medios de comunicación que han aplaudido al finalizar la demolición.
Michele Knight --que ya había visitado la casa al igual que las otras dos víctimas, Gina DeJesus y Amanda Berry-- ha celebrado el derribo mediante la entrega y suelta de varios globos de color amarillo que simbolizaban "los niños secuestrados que no se han encontrado nunca".
"Quiero que la gente de ahí fuera, incluidas las madres de los secuestrados, sepan que pueden resistir y tener esperanza. Y que sus hijos volverán", ha afirmado Knight ante los reporteros en la entrada de la casa, según ha recogido la cadena estadounidense CNN.
La joven, que aún arrastra secuelas de las palizas recibidas, ha expresado su deseo de que su caso suponga una inspiración para los demás y "que todo el mundo sepa que serán escuchados, que serán amados y que hay esperanza para todo el mundo".
La demolición forma parte de un acuerdo de culpabilidad que Castro pactó con la fiscalía para evitar la pena de muerte y mediante el cual finalmente fue condenado a cadena perpetua más mil años de prisión. El pacto incluye también que el acusado no podrá solicitar en un futuro la libertad condicional y, por tanto, pasará el resto de su vida entre rejas.
La demolición ha tenido lugar a las 7.30 hora local, cuando la tía de otras de las mujeres secuestradas por Castro, Georgina DeJesus, ha dirigido el primer golpe contra la casa con una excavadora hidráulica.