La organización denuncia que la respuesta del Gobierno camerunés también se ha cobrado vidas
MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El grupo terrorista nigeriano Boko Haram ha matado a casi 400 civiles en el norte de Camerún, según un informe publicado este miércoles por Amnistía Internacional, en el que también se denuncia que la dura respuesta de las fuerzas de seguridad camerunesas y las inhumanas condiciones de reclusión también han ocasionado decenas de muertes.
El informe 'Derechos Humanos atacados: ataques y violaciones en la lucha de Camerún contra Boko Haram' se basa en tres visitas de investigación realizadas por la organización y documenta que la organización que lidera Abubakar Shekau ha matado al menos a 380 civiles desde enero de 2014.
En su respuesta, las fuerzas de seguridad camerunesas han asaltado poblados, destruyendo viviendas, matando a civiles y deteniendo a más de 1.000 sospechosos, algunos de sólo 5 años de edad, según Amnistía, que denuncia que no se han investigado de forma efectiva incidentes graves, entre ellos uno en el que al menos 25 personas murieron bajo custodia. Además, más de 130 personas continúan desaparecidas.
"A medida que Boko Haram ha llevado su violencia a Camerún, la población civil está cada vez más en la línea de fuego", ha explicado el director para África Occidental y Central de AI, Alioune Tine, advirtiendo de que "con los homicidios indiscriminados, la destrucción de bienes civiles, el secuestro de personas y el uso de niños y niñas como atacantes suicidas, Boko Haram ha cometido crímenes de guerra y ha causado miedo y sufrimientos indecibles a la población civil".
En cuanto a la respuesta de las fuerzas de seguridad camerunesas ha resaltado que, "si bien han proporcionado una protección muy necesaria a la población civil", ésta se ha visto "empañada por graves violaciones de Derechos Humanos".
"Las fuerzas de seguridad de Camerún han causado la muerte de civiles, mediante homicidios ilegítimos o uso excesivo de la fuerza. Se ha detenido arbitrariamente a personas, y a muchas se las ha recluido en condiciones inhumanas, lo que ha dado lugar a decenas de muertes", ha precisado Tine.
Según ha explicado Amnistía en un comunicado, desde mediados de 2014 los combatientes de Boko Haram han atacado decenas de ciudades y poblados en la región más septentrional de Camerún, donde han matado y secuestrado a civiles, incendiado cientos de casas y saqueado ganado y otras propiedades.
Solo desde el pasado julio una serie de atentados suicidas con bomba en los que se ha utilizado a niñas de tan sólo 13 años se han cobrado más de 70 vidas, ha precisado.
Por su parte, desde 2014, las fuerzas de seguridad camerunesas han detenido y recluido a más de 1.000 personas sospechosas de apoyar a Boko Haram. La mayoría de las detenciones se practicaron en operaciones masivas de "filtrado" o en redadas de "acordonamiento y registro" en las que las fuerzas de seguridad detuvieron a decenas, a veces centenares, de hombres y niños.
Según Amnistía, la mayoría de ellos están recluidos en condiciones atroces en la prisión de Maroua. Sólo entre marzo y mayo de 2015, el hacinamiento, la carencia de instalaciones sanitarias y la deficiente atención de la salud ocasionaron la muerte de al menos 40 presos, ha denunciado.
Durante su visita a la citada prisión el pasado mayo, Amnistía constató que no había agua corriente y se disponía de menos de 20 letrinas para más de 1.200 personas. Además, en el hospital en el que se encontraban los presos enfermos se comprobó que pacientes con grave malnutrición estaban alojados en una sala llena de inmundicias, en la que al menos tres detenidos semidesnudos dormían en el suelo, uno de ellos entre sus propios excrementos.
Asimismo, durante las operaciones de seguridad los militares han usado fuerza excesiva o medios letales. En una operación de acordonamiento y registro, al menos ocho personas, entre ellas un menor de edad, resultaron muertas y más de 70 edificios fueron incendiados en los poblados de Magdeme y Doublé el 27 de diciembre de 2014, ha documentado.
Además de las muertes y la destrucción, en esta operación se detuvo al menos a 200 hombres y niños. Los llevaron a la jefatura de la Gendarmería en Maroua y los encerraron en dos almacenes, donde muchos murieron durante la noche. Casi tres meses después del incidente, las autoridades dijeron que 25 personas perdieron la vida en las celdas improvisadas, pero sin revelar ni su identidad y la causa de su muerte, ni tampoco el lugar donde se encuentran sus cuerpos.
"Es inaceptable que, casi nueve meses después de la detención masiva de 200 hombres y niños, la mayoría de sus familias sigan sin saber si están vivos o muertos. Es preciso llevar a cabo una investigación exhaustiva, imparcial e independiente para determinar qué ocurrió y hacer rendir cuentas a los responsables", ha defendido Alioune Tine.
"La magnitud y depravación de los ataques de Boko Haram es atroz, y deben tomarse medidas adicionales para proteger a la población civil y llevar a los culpables de estos crímenes ante la justicia", ha reclamado, al tiempo que ha considerado "escalofriante que un Ejército que se supone que protege a la población civil contra Boko Haram también haya cometido atrocidades". "Deben investigarse de forma inmediata e imparcial los crímenes cometidos en ambos lados", ha remachado.