MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente cubano, Raúl Castro, ha abogado este lunes por una "convivencia civilizada" con Estados Unidos, pero ha aclarado que Cuba "no renunciará a su destino", por lo que ha llamado a avanzar pese a las "profundas diferencias" que persisten entre ambos países en materias como democracia y Derechos Humanos.
"El Gobierno revolucionario tiene la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba", ha dicho Castro en una rueda de prensa celebrada este lunes al término de su reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama.
"Estamos convencidos de que podemos cooperar y convivir pacíficamente en beneficio mutuo por encima de las diferencias que tenemos para contribuir a la paz y estabilidad en nuestro continente y en el mundo", ha añadido.
Castro ha advertido en contra de vincular cualquier avance en las negociaciones a cambios políticos sustanciales. "No debería pretenderse que el pueblo cubano renuncie al destino que libre y soberanamente ha escogido y por el que ha hecho inmensos sacrificios", ha subrayado.
El líder comunista ha llamado a "no poner las diferencias en el centro del diálogo", admitiendo que aún son "profundas" en materias como democracia, Derechos Humanos, modelo político, justicia social, relaciones internacionales y estabilidad mundial.
En concreto, Castro ha denunciado "la manipulación política sobre el doble rasero de los Derechos Humanos" como parte de la "confrontación", afirmando que "ningún país" los cumple y admitiendo que "Cuba tampoco los cumple todos".
"Defendemos los Derechos Humanos. Consideramos que los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, interdependientes y universales", ha dicho. "Cuba tiene mucho que decir y aportar en esta materia y por ello nuestra disposición a mantener el diálogo que iniciamos" sobre este tema, ha apuntado.
DEMANDAS "ESENCIALES"
Por otra parte, Castro ha insistido que "para que pueda haber relaciones normales" Estados Unidos debe eliminar el bloqueo comercial, económico y financiero sobre, "que tiene efectos disuasorios e intimidatorios de alcance extraterritorial", además de "consecuencias negativas para Cuba".
A este respecto, ha valorado la posición de Obama y de su Gobierno, alabando los numerosos llamamientos que ha hecho al Congreso para que derogue las muchas normas jurídicas que hacen posible el embargo a la isla caribeña.
"También será necesario que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos en Guantánamo", ha incidido, aunque Washington ha aclarado varias veces que este tema no forma parte de las negociaciones con La Habana.
Castro ha señalado que "son los dos grandes obstáculos", de modo que "su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales".
NUEVOS AVANCES
"Otras políticas debieran ser suprimidas", ha sostenido. Por ello, los presidentes han suscrito durante esta reunión acuerdos en materia de agricultura y protección de medio ambiente, especialmente de los espacios marinos compartidos.
"Y actualmente se está negociando otro grupo de instrumentos bilaterales para cooperar en esferas como el enfrentamiento al narcotráfico, la seguridad del comercio, los viajeros y la salud", ha revelado.
En lo tocante a la colaboración en materia sanitaria, Castro ha apuntado "al tratamiento de enfermedades transmisibles, como el zika, y de enfermedades no transmisibles, como el cáncer". "Esta cooperación es en beneficio no solo de Cuba y Estados Unidos, sino también para nuestros hemisferios", ha destacado.
Además, ha adelantado que "empresas cubanas y sus contrapartes estadounidenses trabajan en la identificación de posibles operaciones comerciales que se pudieran concretar en el marco aún restrictivo de las regulaciones en vigor" en sectores como las telecomunicaciones.
"LARGO CAMINO"
Castro se ha mostrado consciente de que "queda por delante un largo y complejo camino por recorrer", pero ha considerado que "lo importante es que hemos empezado a dar pasos para una relación de nuevo tipo". "Destruir un puente es fácil y requiere poco tiempo, pero reconstruirlo sólidamente es mucho más difícil", ha apostillado.
El presidente cubano ha puesto como ejemplo la "proeza" de una nadadora estadounidense que recorrió la distancia entre ambos países sin protección contra los tiburones y fue condecorada por los dos gobiernos. "Si ella pudo, nosotros también podremos", ha confiado.