Chávez pide a Colombia que "diga la verdad" sobre las bases militares en la cumbre de Unasur

Actualizado: martes, 15 septiembre 2009 11:14

CARACAS 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró el luunes (madrugada del martes en España) sus suspicacias en relación al acuerdo militar firmado entre Colombia y Estados Unidos y anunció que pedirá al Gobierno colombiano que "diga la verdad" en la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que se celebra este martes en Quito.

Durante la entrega del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, Chávez informó de la partida hacia la capital ecuatoriana del ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, y el vicepresidente, Ramón Carrizález.

Ambos pedirán al Gobierno de Colombia "que diga la verdad", lo mismo que a la administración norteamericana, que debe aclarar "de qué se trata el proyecto" por el cual el Ejército estadounidense podrá hacer uso de siete bases militares.

"Nosotros sabemos cuál es la verdad, claro (...) el imperio tiene miedo y con miedo, el imperio es más peligroso, pero nosotros no le tenemos miedo al imperio por más miedo que tenga él", especuló el mandatario venezolano. "Nosotros estamos dedicados a ser libres", agregó.

MISILES RUSOS

Precisamente Chávez achacó a la supuesta amenaza que representa el incremento militar de Estados Unidos en el país vecino la compra, por parte de Venezuela, de misiles rusos con alcance de 300 kilómetros. El ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Jaime Bermúdez, anunció ayer que también pedirá explicaciones por este pacto a la delegación venezolana presente en la cumbre de Unasur.

"No queríamos comprar armas pero qué íbamos a hacer si los yanquis quieren instalar siete bases allí", indicó Chávez, en referencia a Colombia.

Por otra parte, el presidente de la República Bolivariana informó del envío de un avión con alimentos a Guatemala, que pasa por una de sus peores crisis humanitarias. Según informaciones de los medios locales, la escasez de alimentos ha provocado la muerte de al menos 462 personas en las zonas más pobres del país centroamericano.