BEIJING 5 Ago. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC, según siglas en inglés), denunció hoy la paliza sufrida por dos periodistas japoneses en la región de Xinjiang (oeste), donde pretendían informar sobre la muerte de 16 policías en un presunto ataque terrorista.
Los periodistas, un redactor de la 'Nippon Television Network' y un fotógrafo del diario 'Chunichi Shimbun', se encontraban en la calle en Kashgar, donde ocurrió el ataque contra los policías, cuando fueron acorralados por fuerzas paramilitares, que los golpearon y destrozaron su material de trabajo.
Masami Kawakita, fotógrafo de 'Chunichi Shimbun', ha declarado que los policías lo agarraron de piernas y brazos, levantándolo del suelo, y le golpearon. Después volvieron a colocarlo en el suelo y uno de los agentes le aplastó la cara con la bota. "Fue increíble. Imagina cómo me sentí al encontrarme de repente rodeado de paramilitares", ha señalado.
La agencia oficial Xinhua sólo ha informado de que hubo un "choque" entre los japoneses y la policía local cuando los dos reporteros "intentaron grabar en una zona restringida" en la noche de ayer, y que la policía ya ha expresado sus disculpas, que a su vez han sido aceptadas.
Xinhua no menciona detalles sobre la paliza. No obstante, señala que la policía ha manifestado que "pagará las facturas del equipo y los chequeos médicos".
Desde el FCCC se ha calificado el suceso de "absolutamente inaceptable". "Es especialmente deplorable justo días antes de las Olimpiadas en un momento en el que China ha prometido libertad de prensa absoluta", ha declarado el presidente de la organización, Jonathan Watts, que ha pedido al Gobierno que tome medidas contra los responsables del suceso para "asegurar a los corresponsales y a los miles de periodistas enviados que esto no volverá a ocurrir en China".
La organización Reporteros Sin Fronteras se ha sumado a la condena y a la petición de que, además de pedir perdón, las autoridades "castiguen a los responsables". "Estos últimos incidentes son indicativos de la hostilidad desplegada por muchos miembros de las fuerzas de seguridad chinas, una hostilidad alimentada en los últimos meses por las campañas oficiales contra la prensa extranjera", criticó RSF en un comunicado.