BOGOTÁ, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un programa secreto de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos(CIA), que comenzó en 2000 bajo el mandato del expresidente norteamericano George W. Bush y que ha continuado con su sucesor, Barack Obama, ha ayudado al Ejército de Colombia a acabar con los principales líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según ha revelado el diario 'The Washington Post', el programa, que contaba con un presupuesto al margen de los 9.000 millones de dólares que se concedieron para el Plan Colombia de 1999, permitió acabar con la vida de los líderes guerrilleros 'Raúl Reyes', 'Martín Caballero' y 'El Negro Acacio'.
El objetivo de este acuerdo secreto era acabar con los principales líderes de la insurgencia armada de las FARC, para lo que Estados Unidos suministró a Colombia las llamadas 'bombas inteligentes', de fabricación propia, y ayudó a formar en técnicas de interrogatorio que se habían usado contra el grupo terrorista Al Qaeda.
"No hay un país, incluyendo Afganistán, donde hayamos estado más encima", ha indicado el que fuera embajador estadounidense en Colombia entre los años 2003 y 2007, William Wood.
El reportaje del diario estadounidense señala que la CIA no puede participar directamente en el programa y al mismo tiempo indica que la clasificación de las FARC como un grupo terrorista y sus vínculos con el narcotráfico facilitó la asignación de un llamado 'presupuesto negro'. Ahora, aunque el Gobierno de Santos mantiene conversaciones de paz en La Habana con las FARC, el programa secreto continúa activo en el país, según revela 'The Washington Post'.
Programas similares son llevados a cabo por Estados Unidos en países como México, donde se libra una batalla contra el narcotráfico que conlleva una participación de la inteligencia norteamericana mayor que en cualquier otro país del mundo, aparte de Afganistán. Otros planes parecidos se realizan en Centroamérica y en el África occidental.
EL GOBIERNO DE URIBE
Según ha señalado la investigación, durante el mandato del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se ha acabado con la vida de 47 líderes de las FARC, a diferencia de las muertes que tuvieron lugar durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe, que fueron unas 16. Al menos 23 de ellos han muerto a causa de operaciones aéreas.
A pesar de que durante el gobierno de Santos ha sido cuando se han producido más bajas de líderes guerrilleros, el acuerdo secreto comenzó a funcionar durante el mandato de Uribe --Santos era ministro de Defensa--, cuando se produjo una reunión clave entre el mandatario y el presidente estadounidense, en aquel momento George W. Bush.
En esa reunión, se mencionó el reciente asesinato del líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqawi, por medio de un F-16 que descargó bombas inteligentes sobre el objetivo. Desde entonces Uribe presionó para conseguir la misma tecnología para acabar con los líderes de la guerrilla.
Estados Unidos accedió entonces a suministrar a Colombia las bombas inteligentes, aunque los aparatos tenían una clave incorporada para acceder a la comunicación por GPS y localizar al objetivo. La clave no se facilitaba si la CIA no lo permitía para controlar un posible mal uso de las bombas. En 2010, con el Gobierno de Santos, Estados Unidos entregó la contraseña a Colombia, que había demostrado un uso responsable de las armas.
"Aprendimos de la CIA", ha asegurado un alto cargo de la inteligencia de Colombia. "Antes no prestábamos mucha atención a los detalles", ha añadido.
LA MUERTE DE 'RAÚL REYES'
El informe del diario indica cómo fue el operativo que acabó con la vida de alias 'Raúl Reyes' en territorio ecuatoriano en marzo de 2008, en el que se utilizaron bombas inteligentes con el sofisticado sistema de GPS que permite localizar al objetivo.
En este caso los pilotos colombianos lanzaron las bombas sin salir del espacio aéreo de su país, aunque el campamento de 'Reyes' estaba en territorio ecuatoriano y su destrucción generó una grave crisis diplomática bilateral.
El mandatario venezolano de aquel momento, Hugo Chávez, calificó a Colombia de "Estado terrorista" y movilizó a sus tropas hacia la frontera, tal y como hizo Ecuador. Nicaragua también rompió sus relaciones con el Gobierno de Uribe.