LONDRES, 11 Jul. (Reuters/EP) -
Cientos de británicos han vuelto a lamentar en las calles de Londres este viernes la muerte de Lee Rigby --el joven de 25 años asesinado a machetazos el pasado 23 de mayo a manos de dos islamistas-- como parte de los actos que tendrán lugar antes de su funeral el próximo viernes.
Soldados y tamborileros uniformados de rojo han escoltado el ataúd de Rigby cubierto con la bandera británica a través de Bury, su ciudad natal, situada en el norte de Inglaterra, entre una oleada de aplausos de los ciudadanos.
"No debería haber muerto como murió", ha afirmado una joven voluntaria, que ha recordado que Rigy "sirvió dos veces en Afganistán, y murió en suelo británico, en su patria".
La muerte del militar tuvo una gran repercusión internacional y reabrió el debate en Reino Unido sobre el Islam radical. Este miércoles, el primer ministro británico David Cameron afirmó en el Parlamento que habría "pagar un tributo" a Rigby por el "servicio prestado" al país.
Poco después de su muerte, Cameron anunció que estaría al frente de una comisión que investigará a los imanes musulmanes radicales y estudiará fórmulas para combatir esta corriente. Las acciones se centrarán especialmente en colegios y mezquitas y en Internet. El objetivo sería acabar con la "narrativa envenenada" de los imanes radicales.