YUBA, 30 Dic. (Reuters/EP) -
Cientos de civiles continúan saliendo de la ciudad de Bor, en Sudán del Sur, ante la "inminente" ofensiva de las milicias nuer conocidas como Ejército Blanco, en medio de una escalada del conflicto abierto el pasado 15 de diciembre, cuando parte del Ejército afín al exvicepresidente Riek Machar, de etnia nuer, se sublevó contra el Gobierno del presidente Salva Kiir, de etnia dinka.
Los civiles están cruzando el Nilo Blanco hacia las ciénagas cercanas, ha explicado el ministro de Información, Michael Makuei, en declaraciones a Reuters. Los vecinos de Bor temen que se repitan las masacres de dinkas perpetradas por milicias nuer en 1991.
El propio alcalde de Bor, Nhial Majak Nhial, ha emplazado a los civiles a huir de la ciudad, capital del estado de Jonglei, ante la cercanía de los milicianos del Ejército Blanco. "Han atacado el pueblo de Mathiang (a unos 28 kilómetros de Bor) y han matado a los civiles y han quemado sus casas. Están masacrando a los civiles", ha asegurado Nhial en declaraciones a Reuters desde la propia Bor.
El Ejército Blanco es una organización paramilitar formada por 25.000 guerreros de la etnia nuer cuya principal característica es que se pintan de blanco el cuerpo con ceniza hecha con excrementos de vacuno quemados cuya función es ahuyentar a los insectos.
Las autoridades y notables tribales han intentado convencer a los jóvenes que integran el Ejército Blanco de que vuelvan a sus hogares, pero se estima que unos 5.000 continúan su marcha hacia Bor. El propio Machar, líder de la sublevación, niega que el Ejército Blanco actúe bajo sus órdenes.
El portavoz del Ejército sursudanés, Philip Aguer, ha informado de que una unidad de reconocimiento del Ejército se ha enfrentado con milicianos del Ejército Blanco durante la noche del domingo. "No están muy lejos de Bor, así que el ataque es inminente", ha advertido.
Más de un millar de personas han muerto desde la sublevación del 15 de diciembre liderada por Machar. El presidente Kiir destituyó a Machar en julio y le acusa de intentar un golpe de Estado, mientras que éste asegura que Kiir está acabando con todos sus rivales políticos.
El pasdo viernes Kiir ofreció una tregua a los rebeldes y la liberación de ocho de los 11 dirigentes políticos detenidos por su presunta implicación en el golpe de Estado, pero los sublevados no han contestado a esta oferta.