MOSUL (IRAK), 10 Jun. (Reuters/EP) -
Cientos de hombres armados han atacado en la noche del lunes la sede del Gobierno provincial en la localidad iraquí de Mosul (norte), en medio de varias jornadas de avances del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), vinculado a la organización terrorista Al Qaeda, en diversas ciudades del país.
El gobernador de la provincia de Nínive, Athil Nujaifi, ha quedado atrapado en un primer momento en el edificio, si bien ha logrado escapar gracias a la ayuda de las fuerzas de seguridad, que han hecho frente a los atacantes, que portaban lanzagranadas, rifles de asaltos y metralletas.
En base a estas informaciones, la zona occidental de la localidad se encuentra controlada por los milicianos, que han comenzado a avanzar hacia una base militar en la que se encuentra la principal prisión de la ciudad.
A primera hora del día, el propio Nujaifi había pedido en un discurso televisado a la población que hiciera frente a los milicianos, que comenzaron a atacar Mosul durante la jornada del viernes.
"Pido a los hombres de Mosul que permanezcan firmes en sus zonas y que las defiendan de los que vienen de fuera, y que creen comités populares a través del consejo provincial", afirmó.
Este mismo lunes, al menos 30 personas han muerto en un doble atentado con bomba perpetrado contra la sede del partido Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) en la localidad de Tuz Jurmato, según han informado autoridades locales y trabajadores médicos.
Este ataque es el último de una serie de atentados perpetrados por milicianos islamistas para intentar ganar terreno frente a las fuerzas de seguridad del Gobierno de Bagdad. El atentado llega después de que murieran 18 personas este domingo por dos ataques con bomba en la sede de la PUK en la localidad de Jalawla.
El ISIS, que la semana pasada llevó a cabo ataques en Samarra, Ramadi y Diyala, ha reivindicado la autoría del doble atentado del domingo y del ataque de este lunes, que ha asegurado que ha sido perpetrado por un suicida cuyo nombre parece ser egipcio.
Durante el pasado mes de mayo, Irak ha registrado uno de los peores balances de víctimas mortales por la violencia, con casi 800 muertos, lo que lo convierte en el peor mes desde el periodo de violencia sectario registrado entre 2006 y 2007.