MADRID 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El atentado de este miércoles contra el Parlamento y el Museo Bardo en la capital de Túnez amenaza con lastrar una industria, la turística, que es clave para el país magrebí pero que sigue sin recuperar los niveles máximos que llegó a alcanzar antes de la 'Primavera Árabe'.
Túnez cerró 2010 con una cifra récord de llegada de turistas extranjeros: 6,9 millones. Estas visitas supusieron un nivel de ingresos de 3.522 millones de dinares (alrededor de 1.687 millones de euros al cambio actual), según datos del Ministerio de Turismo.
En 2014, la cifra de ingresos remontó hasta los 3.575 millones de dinares (unos 1.711 millones de euros), pero las llegadas de extranjeros agudizaron su caída hasta quedar ligeramente por encima de los 6 millones. En términos interanuales --comparado con 2013--, la caída fue del 3,2 por ciento.
El año 2015 tampoco ha comenzado con mejores cifras, ya que en enero y febrero llegaron a Túnez 340.000 extranjeros, un 16,3 por ciento menos que en el mismo periodo de 2014.
El turismo es uno de los pilares fundamentales de la economía de Túnez. Aporta el 6 por ciento del PIB, es el segundo sector en importancia en cuanto a aportación de divisas --sólo por detrás de la agricultura-- y en él trabajan alrededor de 400.000 personas.