BRUSELAS, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los cinturones de explosivos empleados por los terroristas que perpetraron los atentados de París el pasado 13 de noviembre fueron fabricados en Schaerbeek, uno de los municipios de Bruselas, según han informado este viernes varios diarios locales. La Fiscalía de Bruselas ha confirmado el hallazgo de restos de explosivos.
En concreto, fueron fabricados en un apartamento de este distrito que fue alquilado por uno de los sospechosos detenidos por las autoridades belgas y se cree que también sirvió de refugio a Salah Abdeslam, el único de los miembros del comando que no murió aquella noche, tras los atentados.
La Fiscalía de Bruselas ha emitido un comunicado en el que ha explicado que en el marco de la investigación judicial en marcha tras los atentados de París, se descubrió "material destinado a la preparación de explosivos así como restos de TATP (un explosivo) durante un registro realizado el 10 de diciembre en un apartamento situado en Schaerbeek".
"El apartamento fue alquilado con una identidad falsa, que podría haber sido utilizada por una persona actualmente detenida", ha precisado la Fiscalía, confirmando así la versión ofrecida por los medios locales.
Asimismo, durante el registro del apartamento se encontraron "tres cinturones confeccionados a mano y que podrían haber estado destinados al transporte de explosivos", si bien no ha mencionado que fuera aquí exactamente donde se prepararon los explosivos empleados en el ataque.
Los cinturones con explosivos empleados por los kamikazes en los atentados contra la sala Bataclan y en los alrededores del Estadio de Francia fueron ensamblados en las habitaciones de un hotel alquiladas por Abdeslam en los alrededores de París.
La Fiscalía ha precisado que también se encontró una huella digital de Salah Abdeslam", el único de los integrantes del grupo de terroristas que perpetró los atentados que no murió en los mismos.
Los medios locales han señalado que se cree que Abdeslam podría haber estado en el apartamento después de los atentados del 13 de noviembre en los que murieron 130 personas, tras su huida de París de regreso a Bélgica, país en el que residía.