MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -
Los niños más pobres de las ciudades tienen el doble de posibilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los más ricos, en un momento en el que por primera vez en la historia más de la mitad de la población mundial vive en núcleos urbanos, según el último informe de Save the Children.
Se estima que en 2050, dos de cada tres personas vivirán en la ciudad. "Para muchas familias las ciudades representan la perspectiva de una vida mejor para sus hijos, pero muchas ciudades son incapaces de absorber este vertiginoso crecimiento, dejando a cientos de millones de madres y niños sin acceso a servicios básicos de salud y al agua potable que necesitan para sobrevivir", ha explicado el director general de la ONG en España, Andrés Conde.
Las cifras sobre la mortalidad infantil en la mayor parte del mundo inducen a la esperanza. En la actualidad mueren al día 17.000 niños menos que en 1990. Sin embargo, tal y como se desprende del informe, las medidas de los países tienen como objetivo el progreso, sin apenas prestar atención a la equidad. Y la realidad es que la desigualdad infantil está creciendo, especialmente en las zonas urbanas.
El estudio revela que en países como Bangladesh, Camboya, Ghana e India la posibilidad de que un niño pobre de una zona urbana muera es entre tres y cinco veces mayor que la de un niño rico; aunque ha advertido de que la brecha entre los niños más ricos y los más pobres ha aumentado en la mitad de los países analizados.
Save the Children ha analizado también el acceso y el uso de servicios sanitarios en 22 ciudades de todo el mundo y ha destacado que en ciudades de Honduras, Etiopía o Ruanda las tasas de retraso en el crecimiento, por la falta de alimento y asistencia médica, son entre un 29 y un 39 puntos más elevadas entre los niños más pobres en comparación con los niños más ricos.
La ciudad etíope de Addis Abeba es un gran caso de éxito, por su reducción a más de la mitad las muertes de niños menores de cinco años en una década. "Cuando di a luz hace 30 años había muchos problemas. No sabíamos nada del cuidado prenatal y era muy difícil ver a un doctor", ha explicado una madre de Addis Ababa, Asegedech. "Empecé a recibir cuidados prenatales cuando estaba de ocho semanas. El equipo médico me dio mucho apoyo y consejos, me veían de forma regular y me dijeron que acudiese a ellos si tenía cualquier problema", ha añadido.
Pero la desigualdad en la mortalidad infantil urbana no sólo afecta a los países en desarrollo, en los que dos tercios de las personas que viven en ciudades lo hacen en zonas de chabolas. Washington encabeza la lista de ciudades que presenta mayores tasas de mortalidad infantil y mayores desigualdades de las 25 ciudades de países desarrollados examinadas.
"La supervivencia de millones de niños que viven en ciudades no debería ser un privilegio para aquellos que han nacido en familias más ricas, sino un derecho para todos", ha reivindicado Conde.