Colombia: Es hora de rescatar la voz de las víctimas

Mensajes para las víctimas de un atentado en Bogotá
REUTERS / JAIME SALDARRIAGA - Archivo
Publicado: sábado, 10 marzo 2018 9:03


MADRID, 10 Mar. (Christoph Harnisch, jefe de la Delegación del Comité Internacional de Cruz Roja en Colombia) -

Colombia vive hoy momentos de esperanza y de incertidumbre: el avance en la implementación del acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC, las expectativas por lo que ocurra en el proceso de negociación con el ELN, y un período electoral en el que, por vez primera, participa el grupo político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).

Reconocemos la importante disminución de las acciones armadas en varias regiones del país, pero somos conscientes de que aún queda un camino largo y complejo para que podamos hablar de una Colombia que ha superado la guerra. Continúa el conflicto con varios grupos armados, como el EPL, las AGC, el ELN y las estructuras FARC del antiguo Bloque Oriental que no se acogieron al proceso de paz. Entretanto, las necesidades de las víctimas todavía requieren respuestas urgentes.

Por otra parte, la implementación del acuerdo de paz no ha avanzado con la rapidez y ambición que se esperaba. Necesitamos un mayor nivel de compromiso y voluntad política para que se cumpla lo acordado. Luego de más de 50 años de conflicto, las víctimas merecen mucho más de lo que hemos visto hasta ahora.

Además, nos preocupa especialmente la situación de las poblaciones más apartadas que viven un vacío de poder que, hasta ahora, el Estado colombiano no ha podido afrontar con una presencia territorial que incluya oportunidades de desarrollo y servicios básicos.

El drama de la desaparición se mantiene entre nuestras principales preocupaciones. Sin duda, las medidas adoptadas en el marco del acuerdo de paz permitieron adelantar procesos, pero son insuficientes frente a decenas de miles de familiares que esperan respuestas.

Es urgente garantizar que la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas mantenga su carácter extrajudicial y humanitario. El retraso en su implementación es injustificable y añade dolor a la dramática situación que ya afrontan muchas familias.

Otro tema imposible de eludir es la crisis del sistema penitenciario. Vemos con preocupación las posturas extremas que exigen un endurecimiento de las penas, especialmente para menores de edad. No existe evidencia de que este tipo de medidas haya mejorado los índices de seguridad ciudadana.

En un escenario electoral, el nuevo Gobierno deberá comprometerse a conseguir avances concretos que contribuyan a solucionar este drama humanitario. No podemos permitirnos arrastrar durante cuatro años más una crisis carcelaria de estas dimensiones.

Independientemente de quiénes ganen las elecciones al Congreso y a la Presidencia, y de sus respectivas agendas, como institución humanitaria hacemos un llamado para que todos los candidatos sitúen a las víctimas del conflicto y la violencia armada en el centro de sus programas políticos.

Las elecciones son, en definitiva, una oportunidad histórica para rescatar la voz de más de 8,5 millones de víctimas. Confío en que los colombianos estarán a la altura de este desafío.

(Este texto ha sido publicado originalmente en https://www.icrc.org/es/document/colombia-estamos-tiempo)

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