MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos ha condenado "enérgicamente" el asesinato del activista de los Derechos Humanos colombiano Rogelio Martínez, quien murió el pasado 18 de mayo en el área rural del municipio de San Onofre (en el departamento de Sucre, en el norte del país) por los disparos de un grupo de hombres encapuchados.
En un comunicado difundido por el centro de noticias de la ONU, la Oficina destacó que Martínez, miembro del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado del país sudamericano, "lideró durante los últimos años el regreso a sus viviendas de familias que habían sido desplazadas por paramilitares".
En ese marco, prosiguió, "había estado recibiendo amenazas desde 2008, que se intensificaron con el correr del tiempo y que fueron comunicadas a las autoridades competentes". El crimen ha sido atribuido por las propias autoridades locales a los grupos paramilitares que operan en la zona.
"Este crimen es un serio golpe contra todas aquellas personas que luchan por el retorno y la restitución de tierras", declaró el representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU, Christian Salazar Volkmann.
Asimismo, pidió a las autoridades que investiguen de inmediato la autoría del asesinato de Martínez y que incrementen las medidas de protección para las personas "que representan y apoyan a las víctimas de paramilitares que usurparon sus tierras".
Amnistía Internacional condenó ayer jueves el asesinato de Rogelio Martínez, quien "luchó largo y duro para asegurar que los campesinos de la zona pudieran recuperar las tierras robadas por paramilitares en connivencia con las fuerzas de seguridad", según declaró el investigador en Colombia de la organización, Marcelo Pollack.